Ayer fue noche de chelas, debate y nostalgia con dos de mis amigos, el chato y el llamas.

Como a las 7:30 p.m. paso el Chato por mí, e inmediatamente nos dirigimos al súper siete más cercano para comprar una generosa dotación de Modelos, llegamos a la casa del llamas, y como ya teníamos tiempo de no vernos, pues teníamos demasiada información inútil que compartir, desde lo pocamadre que estuvo el concierto de Iron Maiden, hasta los maquiavélicos planes de mi compadre llamas para robarse a su novia jarocha, jajaja. Yo en lo particular solo tenia conversación acerca de mi novia y en lo bien que va nuestra relación.

Pero después llego la platica ineludible: los Tigres de la U.A.N.L., de lo mal que están jugando, de las contracciones absurdas que están haciendo y de la mejor manera en que se podía ocupar esa derrama económica en bien del mejoramiento de nuestra Alma Matter, después le toco el turno al tema del narcotráfico, al tema del universo, el tema de la relaciones sentimentales (ya saben que entre borrachos toda platica se amalgama en una vorágine incomprensible de sentimientos encontrados).

Finalmente llegamos a una única y lógica conclusión: definitivamente no podemos cambiar al mundo, pero con cervezas es mas fácil entender el porque.

Y es lo bonito de juntarte con los amigos, invariablemente de que sabemos que las cosas en el país van muy mal, pero lo único bueno que al final de cuentas queda, es que la amistad se va afianzando cada día mas.