miércoles, marzo 03, 2010

LA PSICOSIS DEL SABADO......

El sábado pasado, en un cajero de banregio me pasó algo bien curioso, iba a escribir más bien algo bien cabron, pero gracias adiós solo se quedo en curioso.

Resulta que necesitaba retirar $ 1,600 pesos de la cuenta de mi hermano, y pues llegue bien quitado de la pena, no había ni un alma en e l banco (era sábado), me e estaciono y delante de mí se e estaciona una troca scalade color blanco con dos tipos en ella, el piloto estaba hablando por nextel. Me meto al cajero, cabe decir que el cajero es de una sola maquina y por ende, la persona que espera su turno, debería de hacerlo afuera, por respeto al que está haciendo su transacción en el cajero(yo lo haría), pero no, se baja el piloto de la escalade y entra al cajero, pero se pone detrás de mí, separado por unos 3 metros, pero detrás de mí, y seguía hablando por su Nextel, para esto, yo ya había solicitado la cantidad y la maquinita ya estaba dándome el dinero.

En serio que pensé lo peor, tome el dinero y me lo guarde en la bolsa del pantalón (nunca saque la cartera para guardarlo), saque las llaves del carro y las guarde en el puño de mi mano derecha y lo apreté, en serio que me imaginaba que ya valió madres, la posibilidad que me asaltaran era muy real, y obviamente me encontraba en clara desventaja, por un momento recapacite y pensé en que si me amenazaba con un arma le entregaría todo, pero luego me imagine el clásico “levantón” y ahí fue donde me dio un chingo de coraje, ¿porque chingaoz iba permitir que el guey ese me saltara, y aun peor, ¿Por qué chingados me iba a levantar?, de reojo vi al tipo, no era más alto que yo, y era menos pesado que yo,.

Antes de darme la vuelta para encarara al tipo, me encomendé a Dios, pensé en mi madre, mi novia y mi familia y dije: esto ya valió madres Diosito, solo te pido ser más rápido que el cabron este. La verdad así me imagine el panorama: el tipo sacaría su pistola o su navaja, y yo me le echaría encima tratando de desarmarlo, y con el mismo impulso trataría de romper el cristal del cajero y rápidamente buscar un vidrio y rebanarle el cuello o clavárselo donde se pudiera, de preferencia en el estomago para destriparlo, en cuanto a su acompañante, pues solo pensé en que después me la arreglaría para repelerlo, además pensé en que ya estando en la calle, los carros que pasaban por ahí se detendrían y porque la pelea llamaría la atención .

Una vez descartado el factor sorpresa que el presunto delincuente podría tener sobre mí, me di media vuelta, puse duro el estomago previniendo cualquier golpe o no sé, cualquier cosa que el intentara, camine rápidamente hacia él, pero nada el tipo seguía hablando por su nextel, Salí del cajero, pero sin dejar de verlo, también rápidamente le eche un ojo al copiloto de la troca, me subí al carro y me fui.

Ya más calmado me quede pensando en cómo hay gente tan pendeja, que no ven como está la situación de la psicosis por los asaltos y aun así cometen imprudencias, porque, ¿a quién se le ocurre meterse a un cajero donde solo hay una maquinita cuando adentro esta otra persona?, de cualquier forma aun no descarto la posibilidad de que en realidad si querían robarme, pero no sé, tal vez por mi cuerpesote el maleante se contuvo, y en cuanto a mí, estoy convencido de que hubiera luchado para evitarlo, con todo esto no quiero decir que sea muy bueno para los trompos, pero siempre el miedo y la adrenalina ayudan para salir de una situación así, o tal vez no, y en estos momentos hubiera un bloguero menos y a estas hora ya estuviera bajo tres metros de tierra.

Pero bueno, gracias a Dios no me sucedió nada, no manche los calzones y le di muchas gracias al Cielo de que solo hubiera sido una imprudencia del tipo del Nextel.

El mismísimo, y si me culie, pero según yo podía manejar la situación, Ángello.