sábado, enero 19, 2008

DE MUERTITOS Y OTRAS CALAMIDADES.

Estaba escuchando por las noticias de MTV y me entere que: -- La joven actriz estadounidense Lindsay Lohan, condenada en agosto pasado a servicio comunitario por conducir ebria, trabajará en una morgue, informó el viernes una fuente judicial de Los Ángeles, no mamar!!!, de seguro que solo la van a poner tras un escritorio a realizar los trámites legales de rigor.--

Me acuerdo cuando yo hice mi SS (servicio social) en el anfiteatro del Hospital Universitario, pero claro, antes de que le dieran su manita de gato y lo pusieran muy bonito como esta ahora. Recuerdo que en esos ayeres, me dieron a elegir entre tres dependencias para realizarlo. Como muchos ya saben estudie Criminología, y bueno, recuerdo que una de ellas era como achichincle en el DIF de Nuevo León, otra era en La Capilla Alfonsina (biblioteca de la Universidad Autónoma de Nuevo león) y la tercera en la morgue del Hospital Universitario, y yo, claro, que me decidí por la morgue, que de alguna manera se relacionaba mas con mis estudios porque en la carrera yo lleve la materia de medicina forense.

Total que llego el día, y me presente, hable con el Lic. X ( y puse X no por respetar su anonimato, simplemente ya no me acuerdo de su nombre), total que el Lic. X me dice que había un “plan piloto”, se supone que el SS lo tienes que terminar creo que en 3 o 4 meses, o algo así, pero dicho “plan piloto” consistía en que si asistía en el turno nocturno, las horas que hiciera me contaría dobles, cosa que me pareció excelente, y bueno, de ahí empezó mis aventuritas con los muertitos, debo decir que la muerte siempre me había parecido algo muy irreal y hasta cierto punto divertida, porque yo me crié en Coatzacoalcos Veracruz, y por aquellas tierras, cuando alguien muere, hacen tamales, juegan cartas, llevan alcohol y hasta música , por tal motivo siempre había relacionado la muerte con la festividad.

Al principio solo era cuestión de recibir los cadáveres, darlos de alta en el “sofisticado sistema de archivo”(que consistía en llenar hojas con los datos del difunto), y llenar las pulseras que se le ponen en los tobillos a los cadáveres.

Me acuerdo que mi primera noche, trataron de hacerme la “novatada” los técnicos del anfiteatro, consistía en mandarte a checar algo al cuarto frió, donde se guardan los cadáveres que no han reclamado, o sea los “NN”(no nombre), pero, como siempre me jactado de ser muy suspicaz, pues fui, pero guardando cierto recelo, puesto que no tenían porque mandarme a hacerlo, entré al cuarto frió, y se me ocurre poner la pata de una camilla entre la puerta y el marco de la misma, entonces, como ya me lo esperaba, uno de esos cabrones(que después se volvieron buenos camaradas) trato de cerrar la puerta y dejarme encerrado dentro, pero no contaba con que yo ya me le había anticipado a su ocurrencia, y no mamar!!!, salí bien encabronado sobre el tipo aquel, me le fui encima y lo desconté , los demás técnicos que esperaban escuchar mis gritos de angustia, tuvieron que separarme y llevar a la enfermería al pobre cabron ese, pero nunca rajaron leña con el Lic. X.

Así pasaron varias noches, entre muertos causados por muy diversas cuestiones: quemados, balaceados, mutilados por el tren o en algún choque, muertes naturales, suicidios, apuñalados, envenenados, por sobredosis, en fin, de todo como en botica.

En cierta ocasión, y fue algo muy cagado, llego un cuerpo, que a simple vista no se le veía violencia aparente, pero los paramédicos de la cruz verde nos habian dicho que la muerte fue violenta, pero los muy mamones no dijeron cual, entonces el Dr. Tras una exhaustiva revisión del cadáver, no encontraba la causa del deceso, mando a que le hicieran unas placas con rayos x, y ahí estaba, alojada en los pulmones habia una bala, pero como les dije antes, no había ningún orificio de entrada, y el Dr. luego luego le checo la boca para ver si tenia quemaduras producidas por la deflagración de la pólvora, y nada, entonces dijo: -- A que pendejo, y se cago de risa, a ver Pelón(así le decía a un técnico) ponlo boca a bajo y revísale el culo--, jajajaja, no mamar!!, el técnico le reviso el ano y nada, pero al cortarlo, ahí estaba la quemadura producida por el disparo, o sea que al pobre sujeto le habian introducido por el ano un arma de cañon largo calibre 22 y le dispararon, porque han de saber queridos lectoras y lectores, que siendo el calibre 22, un calibre pequeño, es muy improbable que salga del cuerpo, a menos de que sea un disparo en “cedazo” es decir, que penetre por un área del cuerpo bastante blanda en forma perpendicular y no toque ningun hueso: un músculo, una nalga etc. Lo que sucede con una bala calibre 22, es que al penetrar en el cuerpo, esta, y por su baja potencia, rebota con los huesos y daña órganos blandos, muchas veces te pueden disparar en el estomago, y encuentras la bala en la cabeza.

En otra ocasión me toco cerrar el cadáver de un hombre, realmente no me daba miedo, más bien me daba “cosita”, pero pos como habian muchos muertitos, los técnicos no se daban abasto, y el Lic. Me prometió triplicarme las horas.

Total que ya me extendí con esta post, pero debo de contarles en que quedo. Al final, no acabe el SS, porque el Lic. Me salio con que siempre no iban a contar dobles las horas nocturnas, noticia que tome de la manera mas amable y calmada posible, despuesle le rompi la nariz de un certero derechazo y lo mande mucho a chingar a su madre. Cuando fui a reclamar a la Universidad, me dijeron que tenía un reporte por parte del Lic. Y que me iban a castigar impidiéndome realizar por espacio de un año mi SS, cosa que me valió madres y pues también los mande a chingar a su madre.

El mismísimo y lúgubre Ángello.