jueves, enero 15, 2009

GAVIOTAAAAAAAAA..................

Hace dos lustros (creo que nunca había escrito esa palabra), aun nos juntábamos en la escuela-taller de mi compadre Júpiter, y en una de esas noches de peda, ya cuando casi se esta por acabar la cheve, precisamente en esa hora en que la mayoría ya anda aletargado por el alcohol consumido, y generalmente ya nadie quiere sacar mas lana para ir por otros cartones, llego un buen amigo, se le veía luego luego que andaba de lo mas fresco, no se, creo que eran como las 2 de la mañana, lo mas seguro es que estuviéramos ahí desde las 6 de la tarde, y bueno, llega este cuate y sale con la siguiente cuestión:

Un hombre ciego entra a un restaurante, se sienta en una mesa e inmediatamente llega el mesero, y le pregunta que deseaba ordenar, el hombre ciego pide una orden de Gaviota, dicho restaurante se jactaba de cumplir las exigencias mas raras, motivo por el cual el mesero ni se inmuta al recibir el pedido, se retira y en varios minutos le trae su orden, el hombre ciego da el primer bocado, le habla al mesero, pide su cuenta, la paga, sale del restaurante, de entre sus ropas saca una pistola y se suicida., la pregunta es: ¿Por qué se suicido el hombre?

Nuestro amigo nos explica que se trataba de un ejercicio de agudeza mental y de perspicacia, nos dice también que le podemos hacer cualquier numero de preguntas, pero el solo podía contestar “si” o “no”.

Para empezar, como les dije, ya andábamos medios pedos y lo mandamos a la verga inmediatamente, pero no falto el borracho metiche que le empieza a soltar una sarta de preguntas muy entupidas, lo cual hizo que nos interesáramos en la plática, al principio por madriar al amigo, pero conforme le hacíamos preguntas estupidas, como que el animo mejoraba y aparte porque el se lanzo por otros cuatro cartones de Indio, pues la cosa se empezó a poner interesante.

Total que el pedo era así: se supone que le teníamos que hacer una serie de preguntas para empezar a armar una historia lógica, por lo tanto, nos dejamos de pendejadas y pusimos a chambear al hámster que teníamos en la cabezota. Mi primer pregunta fue obviamente que si el hombre ciego estaba deprimido, todos me dijeron que que pendejo era, ¿Por qué otro motivo se puede suicidar alguien Ángello?, me pregunto la Jupa, --- a chinga, por motivos científicos, le conteste ¿que tu nunca has querido saber que hay mas allá?, y no tienes la paciencia para esperar hasta el final de tu vida para saber---.

Pero bueno, el pedo fue que ya estábamos de lo mas interesados en el tema y pues como que medio se nos bajo el pedo y nos pusimos serios y lógicos. Para no aburrirlos con el choro, se los resumiré (hay que rico).


El hombre ciego estaba obviamente deprimido, la pregunta lógica siguiente, seria saber el porque, el porque era porque había perdido a un ser querido, su esposa, para no hacer mas largo este pedo, la había perdido en un accidente marítimo, accidente que lo llevo a quedar varado en una isla con su esposa muerta y otras personas, en esa isla no había mucho que comer, y su esposa muerta, había servido de comida, pero como el estaba ciego, no había mas remedio que canibeliar a los muertos, y ahí fue el pedo. A el le dijeron que lo que se estaba comiendo era una gaviota, pero en realidad lo que se llevaba al plato, eran pedazos de su esposa, jajajajaja, por eso me gusto la historia, por sanguinaria, cruda y canibalesca...

Por eso en cuanto el hombre ciego pidió un platillo de Gaviota, pues no le supo igual que la carne de su esposa, que se había comido engañado, pensando que era una Gaviota, --eso lo dijeron. --.

Total que ya estaba amaneciendo, cuando descubrí la verdad del planteamiento original, y no me da pena decir que yo fui el primero es dilucidar o llegar a esa conclusión, de cualquier modo, el haber estudiado Criminología me sirvió de algo, ¿nooo?

Pero, para llegar a esa verdad, desde las dos de la mañana, hasta las casi 7, pues si fue una enorme gastadera de neuronas y al final, no me gane nada, solo el estupido privilegio de haber resuelto el problema.

El mismísimo, y con buenas neuronas desde hace dos lustros, Ángello.