domingo, mayo 14, 2006

VIVIANA LA IMPAVIDA

Fui a despedirme de ella, era una tarde nublada y la lluvia amenazaba con caer en cualquier momento, yo ya sabía que se iba a marchar a trabajar a Puerto Vallarta, le habían ofrecido un puesto de Hosster en un hotel de cinco estrellas, pero aun no me lo habia dicho, me entere por una amiga. Ella no estaba, su mamá me dijo que habia ido a las albercas con sus hermanas y una tía, pero que ya mero regresarían, que la esperara, acepte y me senté en un sillón de su gran sala, olvidaba decir que su mamá se dedicaba a echar las cartas, y ese día precisamente tenia muchísima gente, la señora hasta lo que yo sabia, le caía muy bien y siempre que ella me invitaba a cenar a su casa , la señora me atendía de mil maravillas, es por eso que ese día la señora estaba un poco apenada conmigo por no poder hacerme platica mientras esperaba a su hija –no quieres una soda hijo??--, -- no se te ofrece un vaso con agua??--, cada vez que la señora salía del cuartito donde “atendía” a sus clientes me ofrecía algo, y siempre la misma respuesta: -- no señora, muy amable estoy bien--, decía yo pero cada vez con el animo mas apagado, la espere dos horas mas y no llego, me iba a salir de la casa sin decir nada, pero la amabilidad de la señora me contuvo cinco minutos mas, salio la señora y antes de que dijera nada me despedí de ella y le pedí que me despidiera de Viviana, ella como que quiso detenerme, pero vio el reloj y no dijo nada, solo se lamento el echo de que su hija no regresara a la hora que le habia dicho que regresarían.

Salí de su casa y estaba a punto de meter primera a la caribe que en aquel tiempo tenia, cuando salio la señora corriendo y me dijo que Viviana acaba de hablar y le dijo que estaba a dos cuadras de su casa con la tía, que ya se iba a regresar a su casa, que a lo mucho se tardaría unos 25 minutos, apague el carro y me puse a pensar que de igual manera, hayan sido dos horas de charla con ella o 25 minutos, de igual forma ella se marcharía y nada, ni mi amor por ella cambiaria nada, me quede pensando de el como no me habia dicho nada de sus planes si supuestamente ella sabia cuanto la amaba, ya lo tenia planeado, entonces comprendí por primera vez cuanto una vida puede afectar a otra y también comprendí cuanto una vida no puede importarle a otra, entonces todas las palabras que le iba a decir para que no se marchara, incluso la promesa de matrimonio que le iba a hacer me parecieron innecesarias y llanas. Encendí el carro y me marche de su vida.

Pasaron al rededor de 5 años cuando la volví a ver, me hablo a mi casa y me pregunto que si tenia tiempo para platicar con ella; llegue a la hora y a la dirección que me habia dicho, ella ya se habia casado en Puerto Vallarta, ya tenia un bebe, y vivía como a 8 cuadras de la casa de sus padres. Llegue y subí las escaleras, toque en la puerta rosa que me habia indicado, el numero 3 de su puerta estaba algo despintado, al numero 8 le faltaba un tornillo de abajo, y el numero 5 estaba algo receloso, ella abrió y sin decir nada se echo a mis brazos y se puso a llorar, duramos abrazados como 15 minutos, 130 minutos menos de lo que yo la espere ese día, solo el llanto de su bebe la pudo hacer reaccionar, porque ni mis palabras de aliento lo hacían, fue al refri, saco un biberón y lo metió unos segundos al micro, se metió a un cuarto, yo me quede esperando en la sala y observando la decoración de su departamento, habia muchas fotos en las paredes, imágenes de felicidad en la playa a lado de un hombre que supuse que era su esposo, puesto que aparecía en casi todas, el llanto del bebe ceso, pasaron unos tres minutos cuando ella salio de la habitación y la encontré mas bella que nunca, mas mujer y mas infeliz que las veces que no estudiaba para un examen en la facultad de Criminología donde ambos habíamos estudiado.

Se dejo caer en un sillón de la sala, más pequeña que la de sus padres y me invito a sentarme a su lado, yo no lo hice, me senté en el taburete que estaba enfrente, nos quedamos viendo en silencio durante un momento, ella aun tenia los ojos rojos por el llanto y las lagrimas aun no se le secaban en sus mejillas, yo con la mirada en sus ojos trataba de dibujar una sonrisa en mi cara, pero una sonrisa piadosa, creo que me salio porque ella sonrió también: --tanto tiempo--, fueron las palabras que por fin salieron de sus labios, --cinco años—dije yo; -- me voy a divorciar—me lo dijo con una voz casi apagada pero decidida, entendí que era por demás saber el motivo, a demás se trataba de ella, y yo bien sabia que lo haría, -- cuentas conmigo para lo que sea—solo atine a decir, --lo se—contesto. Y sin mas ni mas, nos pusimos a platicar de otras cosas, de otros tiempos menos incómodos, jamás me dijo nada de porque no la espere ese día, ni yo le reproche nada, solo éramos dos amigos que disfrutaban de una buena charla y un delicioso café, las horas pasaron y las risas no paraban, se despertó de nuevo su bebe y lo trajo a la sala para que lo conociera, era un niño, el vivo retrato de ella, jugamos un rato con el y lo hice reír con mis ocurrencias, mire el reloj y ya eran las 11 de la noche, me despedí de ella y quedamos de volver a vernos después, ella cargo a su bebe y me acompaño hasta el carro, y antes de subirme me dijo:--¿¿Cómo crees que hubiera sido si me hubiera quedado contigo Miguel??-, --realmente no lo se, y te mentiría si te dijera que todo hubiera salido bien o que no hubiéramos terminado también divorciándonos, simplemente hay personas que aunque trataras de cuidar con toda tu alma jamás sabremos si se quedarán hasta el final--, palabras mas, palabras menos le conteste, me subí al carro, pero esta vez no metí primera, movi la palanca hasta la letra "D" y ya no era una caribe, era un jetta, y de echo, ni ella ni yo éramos los mismos de hacia 5 años, yo tenia una herida mas en mi alma y ella un hermoso bebe en sus brazos.