martes, diciembre 27, 2011

Regresaron las mismas pesadillas, llegaron y se instalaron, están ahí conmigo: debajo de la cama, no se esconden simplemente ahí es donde les gusta estar; en cada respiración, en cada sueño.

Hacia tantísimo tiempo que no las veía, pero como las viejas amistades: traen su bagaje de recuerdos y de malas nuevas; me miran con los mismos ojos carentes de vida, de cualquier expresión que me ofrezca alguna luz para entenderlas.

Se como lidiar con ellas, de algún modo siempre lo he hecho, pero duele reconocerlas de nuevo y auque llegan con un nuevo rostro, se que son las mismas, porque el dolor y la tristeza son el mismo.

Ellas, mis viejas amigas de toda la vida, las que nunca me abandonaran, las que me son más fieles que cualquier otra cosa, las que me conocen tan bien.

Llegaron de nuevo y se han instalado en mi puerta a montar guardia.