Ayer fui a comer con un cliente a un restauran y por pendejo olvide mi cartera en la mesa, traía 8,800 pesos de un anticipo para un trabajo que me dio un otro cliente. Se que fue mi culpa olvidar mi cartera, para cuando me di cuenta de mi olvido, regrese al restauran (después de dos horas) y me dijeron que no había dejado nada.
Adiós el anticipo, adiós mi nueva credencial para votar, adiós mi licencia para manejar, y adiós todas las tarjetas de nuevos clientes.
Pero lo que me duele más no es la lana, ni la licencia, ni la credencial para votar, sino un número telefónico que me avían escrito y que celosamente había guardado en mi cartera.
Chingao, y uno es tan honrado, se los jurito; una vez me encontré una cartera en la expo de Guadalupe, y se la entregue integra al dueño, me dio como 200 pesos de recompensa….