miércoles, octubre 24, 2007

C´est la vie

Creí reconocerte entre ese mar de gente que se arremolinaba tratando de conseguir una caja vacía para pagar y poder marcharse a su casa, quizás te busque con la vista, pero no encontré tu rastro, ni siquiera pude distinguir ya tu olor, pero la mujer que creí que eras tu, tenia la mirada triste, como si un siglo completo hubiera pasado por ti en cuatro años.

Eras igual pero diferente, los rasgos que aun recordaba de tu rostro seguían ahí, no mas acentuados, no menos desvanecidos, eran tal y cual los dejaste grabados en mi cerebro la ultima noche que te vi.

No sentí nada, ya la horda de mariposas hace mucho que se han marchado de mi estomago, triste y desgraciadamente ya nada me sorprende, lo único que quizás quedo fue la esperanza de volver a verte fugazmente como esta vez, y todos los escenarios que me imaginaba cuando te volvería a ver, ninguno sirvió, no me moví de mi sitio, no hice nada para estar completamente seguro de que fueras tu, pero casi lo estoy, unos ojos como los tuyos jamás los olvidaría.

Supongo que tu tambien me viste, estoy seguro de que me reconociste, porque una milésima de segundo tambien es parte del tiempo, y a veces, solo basta con esa fracción para reconocer a alguien que significo tanto en tu vida.

Es curiosa la vida cuando juras amar a alguien por sobre todas las cosas, y justo cuando la vuelves a ver después del fracaso, esos juramentos se vuelven polvo y ya no significan nada, a pesar de que fueron maravillosos los años que viviste a lado de esa persona.

En fin, “C´est la vie”