lunes, abril 09, 2007

ROCK EN ESPAÑOL




Corrían los magníficos años ochentas, y yo aun no había adquirido un gusto musical en especial, si bien la escena musical atiborraba la radio y la TV. con música y videos en ingles, que no era de todo mi agrado, y en Monterrey pegaban grupos locales, que el escucharlos se me hacía tan vomitivo como comer nopales (ahora me gusta hacer ambas cosas), pues el adolescente que era yo aun no tenia un gusto por la música.

No fue hasta los años 87-88 cuando escuche por primera vez a los “Enanitos Verdes” con su “Muralla” cuando mí sentido musical se oriento hacia esa tendencia de rock en tu idioma, total que mientras decidía si “estaba verde o no”, para “atarme a un sentimiento, me instale en ese gusto musical que hasta la fecha conservo.

Me costaron años y lana hacerme de una colección decente de CD´S, contaba con mas de 60 CD´S originales: Matabaldia, Enanitos Verdes, Hit, Radio Futura, Los Toreros Muertos, Soda, Nacha Pop, Mecano, Los Inhumanos, Los Amantes de Lola, Las Victimas del DR. Cerebro, Miguel Mateos, Espinneta, Andrés Calamaro, El Tri, en fin, chingos de grupos que me enervaban la sangre y me hacían roncanrrolear, hasta que un mal día tuve que chocar, y como yo antes estaba mas pendejito y no tenia licencia para conducir, pues el pinche camionero que me choco me convenció de que yo había tenido la culpa (cosa que no era verdad) y pues ni hablar, tuve que vender toda mi colección de discos para pagar los daños de mi pobre garribe.

Aun recuerdo esas noches de bohemia en el taller de mi compa Júpiter, cuando nos poníamos a cantar a todo pulmón las canciones que más nos llegaban, o esas noches en el “cañon de San Andrés”, que esta allá arriba de la cola de caballo, y mientras la luna llena blanqueaba la cantera de la montaña y hacia parecer como mercurio el agua del rió, nos desgañitábamos cantándole a la noche y al silencio las canciones que nos traían un recuerdo hondo al alma, por culpa de la mujer que nos desdeñaba, o simplemente cantándole al espacio vació que anhelábamos que fuera ocupado.

Pues bien, gracias al Internet, pude recuperar toda la música que perdí, y aun más, aun disfruto de pasar una velada aquí enfrente de la maquina y echarme unas buenas tecates y escuchar la música de aquellos grupos que para mi nunca pasaran de moda.

De vez en cuando, sostengo una discusión con un buen amigo, sobre que a esa música no se le debería de llamar ROCK, cosa que a mi me vale madre y yo le seguiré llamando así hasta que este bien viejillo y ande de cabron buscando una nalguilla en mi pinche carrazo ultimo modelo y con la música a todo guarache.