Hoy, hace ciertos años (no voy a decir cuántos porque luego me madrea), vino a este mundo una mujer. Ella vivió muchas cosas antes de conocerme y yo viví muchas cosas antes de conocerla, pero hace casi dos años, y por un mandato divino (llámenle Dios, Cristo, Ala, Mahoma, o llámenle como ustedes quieran) la conocí.
Desde ese día y hasta ahora, para mí ha sido una bendición caminar a su lado, para mí ha sido un sueño que ella me ame y que haya posado sus ojos en una persona como yo: con más defectos que virtudes.
Podría escribir miles de párrafos para definir mi amor hacia ella, pero no, voy a escribir solo uno:
“el tiempo que la vida me negó tu presencia, lo pagó con creces el solo verte a los ojos un segundo”
Te Amo Puchunga, y Feliz Cumpleaños.
El mismísimo, y ya saben que bastante enamorado, Ángello.