miércoles, febrero 17, 2010

LA BRUMA LENTA


La bruma pasa lentamente lenta, Y se enamora de mi soledad sola.
Ya no tengo soledad ni tristeza, Porque la bruma se la llevo toda.

La bruma pasa lentamente y se aleja, Del mismo modo que la vi venir.
Creo que entre sus vapores se la lleva, Creo que la bruma la alejo de mi.

Tarde gris, triste melodía, Las gotas de lluvia tiemblan.
Estoy solo ¿Quién lo diría?, Y en mi ¿Quién piensa ahora?

La bruma vuelve, olvido la sortija, Que le regalara a mi soledad sola.
La bruma se va con mi sonrisa, ¿Y mi soledad?, la extraño ahora.

Del mismo modo que mi soledad sola, Se aleja de mí con la bruma lenta.
Los sueños hoy todos se evaporan, Como tu imagen niña, de mi memoria.



********************************************************************************


AFUERA LA CIUDAD DUERME


Ven, te reclamo, afuera la ciudad duerme, ya no hay sitio para nosotros, las esquinas oscuras ya no nos sospechan.

Aquí estoy, aguardando el momento en que despiertes de tu quimera y veas al mundo como se escurre entre tus manos, las calles que ya no pisas, los muros que no presienten.

¡Despierta!, ya no diviertas mas a la gente, ¡mira!, no arrojan más monedas, solo se detienen y te ven, se burlan y se van disfrazando su vida con pedazos de tu alegría. ¡Detente!, ¿para qué mas símbolos?, ¿para qué sirve más dolor? Si ya no tengo donde guardarlo, si ya no quiero guardarlo.
No esperes mas al tiempo, el nunca se detuvo para mirarte, solo paso a través de ti, ¿no lo supiste? Murió ayer y nació hoy, no sabe que te pensabas su concubina. Detente ya, afuera la ciudad duerme, ven junto a mí, aquí hay sitio para ti, descansa, llora, apóyate en mi vida, duerme tu también y no te apenes, que afuera la ciudad también duerme.




********************************************************************************



Todo nos corrompe esta noche, hasta los vivientes fragmentos que el día dejo para apaciguar los lamentos de estas dos almas que no cesan de buscarse en la penumbra. Y nada es tan sublime como eso, sin embargo, a tanta quietud se amerita lapsus venidos desde lo más recóndito del deseo – lo majestuoso de la entrega parcial--, el saberse fundidos sin necesidad de las pieles, como si una membrana invisible nos uniera las almas y los corazones y los cuatro ojos; como si fuéramos parte de un mismo tiempo, como si el tiempo se hubiera distendido solo para nosotros.




Jajajaja, azotes como estos me los aventaba cuando rentábamos cerca de la alameda, eran noches de bohemia, cerveza, cigarros y la música de mana, alienado por todo esto, escribía poesía como si fueran tortillas, no sé, creo que en una noche llegue a escribir hasta ocho , si no es que mas, después , algunas las vendía (por cerveza)a mis amigos que no eran capaces ni de escribir un verso decente, jajajaja.

Aun recuerdo la estancia alfombrada de negro, la luz mortecina de un foco de 75 watts , una PC 386, una impresora de puntos y la inmensa soledad con la que compartía la aviación.


Saludos a todos.



El mismísimo, y a veces mercenario de su arte, Ángello.