domingo, diciembre 17, 2006

CUENTO DE NAVIDAD, EL FANTASMA DE LAS TEIBOLERAS PASADAS.

Realmente no sabia que horas eran, porque el reloj lo había dejado empeñado por 350 pesos en la piquera de de “Don Gume”, solo se quedo con los 50 pesos que sabia que le cobraría el taxi hasta su casa. Pero al llegar a su depa le extraño ver la luz de la sala encendida, el recordaba perfectamente que había dejado todas las luces de su apartamento apagadas, pero desde la calle pudo ver la luz de la sala encendida, subió las escaleras y llego a la puerta de su depa, lentamente la abrió, para sorprender al supuesto ladrón que le estaba robando sus pertenecías, entro gritando y haciendo mucho pedo, pero no había nadie, rápidamente recorrió los tres cuartos de su depa en busca del ladrón, pero no había nadie, medio sacado de onda se sentó en un sillón de la sala y abrió una Tecate del ocho que había comprado de regreso, cuando casi se va de nalgas al ver las luces del pinito de Navidad encendidas, y no fue porque las hubiera encontrara encendidas, de echo, el no acostumbraba poner pinito alguno, y ese año no fue la excepción.

Se levanto muy sorprendido, fue a ver el pinito que estaba junto a su pantalla de plasma de 60”, y lo miro extrañado, en la parte del medio, entre varias ramas, había un sobre de color blanco, lo tomo y lo abrió, saco una hoja tambien blanca que solo tenia escritas estas palabras: a las doce de la noche te visitara el primero de tres fantasmas. El levanto mecánicamente su mano derecha buscando en su muñeca el reloj, pero a medio movimiento recordó que por 350 pesos lo había dejado empeñado en la piquera de “Don Gume”, cambio la dirección de su mirada y la llevo hacia el reloj que estaba arriba de la puerta de la cocina, 11:45, marcaban serenamente las manecillas del reloj.

Se sentó a tratar de explicarse como había sucedido, el obviamente no se creía nada de todo aquello, mas bien pensaba que se trataba de una broma de sus amigos, y que tal vez por la tarde habián conseguido entrar de alguna manera y le plantaron el arbolito.

11:52, era la hora que las manecillas del reloj acusaban con puntualidad, abrió otra Tecate y encendió un cigarrillo, seguía tratando de adivinar como había llegado ese maldito árbol a su sala, pero, por mas que pensó y pensó no pudo dar con alguna conclusión lógica, y no sospechaba de alguien que pudiera haberlo echo, o no tan limpiamente, porque su sala seguia tan inmaculada como a el le gustaba tenerla.

Sonó la alarma electrónica del reloj anunciando las doce de la noche, dejo el bote de cerveza sobre la mesa de centro, apago el cigarro, e incrédulo pero con un dejo de expectación espero. Una neblina blanca empezó a llenar lentamente la sala, ascendiendo poco a poco de el suelo, hasta llegar a el nivel d sus rodillas, ahí se detuvo y un frió repentino le helo la sangre, escucho tras de si un sonido de tacones y voltio, vio a una mujer semidesnuda, el quiso correr , pero sus piernas no soportaron su peso, como si fueran dos fideos aguados, la mujer, sin dejar de verlo rodeo el sillón donde estaba sentado y se paro frente a el, --soy el fantasma de las teiboleras de las navidades pasadas, Papi --, le dijo con una voz aunque sugestiva, pero con ecos de ultratumba, el no alcanzaba a articular palabra alguna—vengo a recordarte lo mal que has llevado tu vida estos últimos años, Papi —volvió a decir el fantasma, al fin el pudo decir: -- ¿pero porque yo?, yo he sido siempre bien trabajador y a las teiboleras siempre les he pagado bien, hasta las trato como reinas--, --ya se Papi, pero a mi me pagaron por adelantado este priv.., digo esta visita y ya ni como hacerle—se volvió a escuchar la voz del fantasma, -- súbete al tubo mágico y veremos tu pasado--,le dijo el fantasma, el se subió, ahora ya tenia mas curiosidad que miedo, el viaje empezó de lo mas tranquilo y vio su depa desde arriba y de pronto sintió un vértigo que lo dejo sin sentido, abrió los ojos y estaba flotando cerca del techo del Mitote, --mira Papi, así te has malgastado la vida, siempre rodeado de teiboleras y amigos borrachos--, le dijo el fantasma, --¿tienes algo que decir para defenderte?-- le pregunto el fantasma, -- ¡¡no mames que pinche gordo estaba!!, ¿Dónde carajos habrá quedado esa camisa? puta se me veia conmadre, ahh que buena tetas tiene la vieja que esta sentada en mis piernas,¿chingado como se llamaba?, ah pos que pendejo todavía tengo su teléfono— pensaba el, -- ah perdón, ¿Qué me decías?--, pregunto el, --¿Qué si tienes algún argumento para defenderte?-- --¿defenderme, y de que?—dijo el, --pues de lo mal que has llevado tu vida--, --¿mal, a chinga y en que sentido?--, -- si, pues mira lo mal que has llevado tu vida, mira cuanto dinero has dejado en los teibols, mira que pedo andabas--, -- ¿mal, dejar lana, bien pedo?, pos si no estoy casado, pa mi esta conmadre, es mas no se porque deje de venir al Mitote, ahh, si ya me acorde, me corrieron porque una vez se la hice de pedo a un guey en el baño, pero el empezó que conste --, --¿o sea que no te arrepientes?—pregunto el fantasma, --no, para nada, es mas ¿ cuanto por un privado contigo?--, --mmm, pues para ti te lo dejo en 150 pesos papi, ehhh, pero no, perate, estábamos en que si no te arrepentías de tu vida de perdición pasada--- no pues no, --¿entonces a que chingados vine?—pregunto el fantasma molesto, -- pues no se, solo leí en un papel que vendrían unos fantasmas a visitarme a las doce de la noche—contesto el, --bueno entonces yo no se que hago aquí, estoy perdiendo lana por otro lado, deja te llevo a tu casa—volvió a decir el fantasma.

Despertó a las 12:15 en su sillón, recordaba todo, encendió otro cigarro y abrió otro Tecate para esperar al siguiente fantasma.

Fin de la primera parte.