lunes, marzo 24, 2014


Por más que intento que el pedo económico no trastorne mi bonachón carácter a veces no lo logro.

Todo empezó desde el viernes pasado, se suponía que me deberían de depositar una cantidad nadita despreciable por unos trabajos que hice a una empresa con la que ya llevo unos doce años trabajando. Ellos quedaron muy formales de hacer el depósito, y yo ya había planeado mi fin de semana; se supone que desde el viernes en la noche me debería de haber largado  con mi amiga a Bustamante, N.L., para pasar un inolvidable fin de semana; eran las doce del día del viernes y checo por Internet  mi saldo bancario, solo tenia de saldo lo mismo que acusaba el ticket la ultima vez que retire del cajero electrónico: $ 108.55  pesos 55/100 moneda nacional, snif.

La verdad que no me gusta ser gorroso para la cobranza, a veces hasta pena me da andar de cobron, pero pues veía que mi maravilloso fin de semana se  escapaba como el humo al cielo de un buen carrujo de marihuana, y ni pex, hice de tripas corazón y le hable a la señorita de pagos de la empresa, me dice que mi pago ya estaba autorizado desde el miércoles, pero por alguna extraña razón (que escapaba a su comprensión, Jajajaja), no me iban a depositar hasta este viernes que viene, en serio que se me cayeron los calzones e hicieron un hueco de tres metros de profundidad ( y es que aparte me cague profusamente).

No mamar!!!, me quede helado, ya se que lo material va y viene, no lo tomo mucho en cuenta porque la felicidad no la hace el dinero y en eso he basado la filosofía de mi vida, pero la neta me dio un chingo de coraje que mis planes se vieran trastocados y se vinieran abajo (como mis calzones). Pero aun tenía un pequeño halo de esperanza, tengo un cheque por x cantidad (también muy interesante), ese cheque me lo había dado un cliente desde hace dos semanas, pero me pidió de favor que lo aguantara hasta mañana 25 de marzo, así que le hable para pedirle que me hiciera un paro: que si bien no me pagara todo el cheque completo, mínimo me diera la mitad en efectivo (con eso me bastaba y sobraba requete bien para mi fin de semana), pero no, Snif…, y fue peor, me dijo que ni siquiera lo podía cobrar mañana, pero sin falta lo podía meter el viernes, doble Snif…

Pero bueno, ya que, le hable a Laura Feroz para ponerla al tanto de mi raquítica realidad económica, me dijo que no me apurara, que tenia cierta cantidad de dinero (de la cual podía disponer, pero que sin falta debería de entregarlo hoy lunes) que con mucho gusto me la prestaba, pero Naaa, igual pude haberle pedido dinero prestado a mi familia; y es que no vi conveniente largarme a disfrutar como loco sin remordimiento, sabiendo que el lunes me esperaba una cruda realidad, ya no soy así.

Total que me disculpe y recule como todo hombre: me amarre los guevitos y me trague mi orgullo.

Pero bueno, no fue tan trágico mi fin de semana, a pesar de mi incertidumbre financiera, el sábado nos fuimos a casa de mi hermano Enrique y asamos unas suculentas hamburguesas.







La que se quemo me la comí yo, estaba deliciosa... 

Y pese a que no tenia mas que $ 108.55 pesos 55/100 moneda nacional, me la pase chido contándole a mis sobrinos las anécdotas de la vida pasada en Coatzacoalcos, Ver., me cae de a madres que ellos recónditamente quisieran haber estado ahí, a mi lado cuando les conté la vez que nos fuimos siguiendo la costa y nos alejamos casi cinco horas  a pie, o la vez cuando cacé una Garrobo de casi un metro de largo, o la vez cuando le quite con mi cuchillo reglamentario de los Boy Scout el aguijón a una manta ralla muerta que una tormenta había arrojado a la orilla de la playa

Nos regresamos mis padres y yo como a las ocho de la noche, mi hermanote Enrique me vio todo jodidillo de billetes y me presto trescientos pesos – Para que te eches unas cheves me dijo--, llegue  a mi casa, encendí la PC, le hable al depo, pedí unas XX Laguer.



Lo bueno de todo esto, es que el viernes voy a andar bien feriado, se supone.