sábado, enero 07, 2017

El martes  estaba tranquilamente bien tranquilo en mi casa, plenamente instalado en la fiaca de ver películas , eran las dos treinta de la tarde, ya había lavado mi ropa  aprovechando que el sol estaba muy picoso y bien complaciente, en eso suena la alarma del wassap en mi teléfono,  era un mensaje de alguien que no reconocí me dice: tengo mucha hambre  paso por ti en 30.


Me ha pasado en varias ocasiones que me llegan mensajes por wassap y que tampoco reconozco porque obviamente no los tengo en mis  contactos los doy por mensajes equivocados, así lo hice con este.


Seguía estando bien tranquilo en mi casa, hasta que un cliente me hablo y me puse a buscar  en internet una información que necesitaba para poder cotizar un trabajo que me había pedido de urgencia, cuando a las tres y veinte, escuche que pitan insistentemente afuera de mi casa.


Me asome por la ventana de mi oficina-negocio-cantina y vi una camioneta pick-up blanca  con la leyenda de  la Procuraduría General de Justicia, también vi una mano femenina muy blanca  con algunos anillos que me llamaba, reconocí la cara de la persona y le sonreí.


En la mañana había ido a visitar  a un cliente y  andaba decentemente vestido, solo tuve que echarme agua en el cabello para aplacarlo y salí, era una amiga a la cual no había visto desde que me gradué de la facultad de Criminología, hace como mil años y que por algún extraño motivo,  yo no recordaba de donde ella había podido obtener   mi número de teléfono y mi dirección. Me dijo que una vez (hace como tres años), cuando publico en su muro de faceboock que estaba en el Palacio de Justicia (el cual  está muy cerca de mi casa) yo la invite  a comer y le envié por imbox mi dirección y teléfono.


Y bueno me subí a la camioneta, nos saludamos de beso y abrazo y  me dijo: deja saludo a  tu mamá, nos bajamos y le hable a mi señora madre para que se saludaran -- yo no sé porque chingada madre mi mamá no se acuerda que le preste lana el domingo pasado--, pero si se acordó de mi amiga Amparo que hace más de no me acuerdo cuantos  años que no ve, pero extrañamente si se acordó, yo con una cara de idiota le digo a mi mamá: naaaaaa, no inventes ma, no creo que te acurdes de ella, mi mamá me dijo: si Miguel, ella vino a tu cumpleaños hace como quince años cuando cumpliste treinta  y mi amiga lo atestiguo diciéndome: si Miguel, esa vez nos invitaste y venimos equis, equis, equis y más equis del grupo 216 de Criminología.


Pa su madre no mamar!!!!!!!, mi jefecita se acordó de algo que yo juraría que ni de pedo, pero bueno, lo que le ha hecho el alcohol a mis pobres neuronas.


Total que se despidió de mi mamá y ya en la troca  me dijo que tenía mucho antojo de comer una buena carne asada, le dije que podíamos ir a “ El Torito”, o a el “Papalote” o ya si muy Gastón a el “Rey del Cabrito”; me dijo: Nombre, he visto que publicas en tu muro las carnes asadas que haces, vamos a comprar carne y tú la asas, sirve que comemos con tu mamá, la neta que me pareció una excelente idea y fuimos  a la San Juan y nos mercamos  tres charolas de  buenos cortes finos, le hable  a mi jefecita y le dije que pusiera a hervir agua pa la salsuca y que no se saliera porque íbamos a llegar para asar carne.


Total que me puse a asar la carne, la cebolla, los elotes, las calabazas y los nopales, compre una deliciosa botella de Oporto (la neta no soy de vinos, pero quien sabe porque chingaos traía ganas de tomar oporto) y también seis paquetes de  cerveza ocho reales.


La carne quedo estupendamente sabrosa y  entre cheve y cheve,  risas y recuerdos le dábamos sus besitos a la botella de oporto; la verdad que la velada fue increíble, mi mamá se enteró de muchas anécdotas  que nunca le había platicado, Amparo se descoció hable y hable de su trabajo, de su vida personal y de otras cosas que no viene al caso platicar.


Se fue como a las doce de la noche y quedamos de juntarnos de nuevo, no sí antes la chantajista aportación de mi señora madre: si ustedes están solteros y sin hijos, ¿porque no se juntan? , miren que aquí hay mucha casa, deberían de juntarse mijitos.

Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja, no mamar!!!!, justamente por esto no invito a amigas  a mi casa….

Ya cuando bajamos de la terraza´s bar la acompañe a su camioneta y después de la despedida me dijo: deberías de hacerle caso a tu mamá Miguel y yo naaaaaaaaa…


Me gusta mucho mi vida de solterón y de mi zona de confort…