viernes, noviembre 04, 2011



Pinche aventurita la de ayer, primero mi padre volvió a convulsionarse, le hablamos a los de la M (emergencias medicas), eso si, llegaron en menos de lo que se tarda un repartidor de pizzas, y después de canalizarlo, administrarle cloanazepan para las convulsiones, el medico me recomendó que lo mejor era llevarlo al hospital para que lo valoraran mejor. Y bueno, como ya tuvimos un susto en el mes de Julio con mi padre, pues no lo dudamos ni tantito, aquí empezó la aventurita.

Mi padre obviamente no iba grave, iba consiente, pero medio apendejado por el pinchazo de clonazepan que ya le habían suministrado, pero, como que el chofer de la ambulancia se andaba cagando, porque iba como alma que lleva el diablo, y lo peor es que no llevaba encendida la sirena, simplemente iba vuelto madre, total que en una de esas el guey freno en seco: imagínense pasar de los casi 85 kilómetros por hora a un cero total en menos de 15 segundos, la verdad es que fui a dar de nalgas al piso de la ambulancia, y con el pie le pegue en los huevillos al doctor cabeza de huevo (se parecía al Dr. Evil de Austin Powers), el cual chillo mas fuerte que la misma sirena(si la hubiera llevado puesta, de seguro con el alarido que se aventó, fácilmente la tapaba). Esa fue una.

La otra fue ya casi llegando al hospital, el chofer de la ambulancia se aventó una vuelta de bandido y ya mero se lleva a una minivan, quedo tan cerca que yo, estando en la parte de atrás de la ambulancia, pude ver la carra de horror de la pobre señora, no les miento si les digo que quedamos a menos de un metro de darle en la madre.

Total que gracias a Dios, solo llegamos al hospital con un paciente (mi padre), llegamos como a las 5 de la tarde y esperamos como treinta minutos una camilla, pero ni madres, no había ni una disponible, es mas, no había ni de las camillas que usan en campañas, es mas no había ni sabanas ya de perdido para tenderlo en el piso, jajajajaja; eso si, dejando de lado lo del chofer de la M, estos se portaron con madre, porque me dejaron una camilla, pero eso si, les tuve que firmar una responsiva por la misma, no sin antes recomendarme que si cambiaban a mi padre a una cama, no perdiera de vista la camilla porque vale como 6 mil pesos, y me dejaron unos números para que hablara en cuanto se desocupara la camilla y ellos volverían por ella.

Total que ahí estuve entre parado, sentado, preguntando que a que hora lo atenderían, porque en las diez horas que estuve a su lado, solo fue una vez una enfermera a sacarle sangre y ya no la volví a ver hasta las doce de la noche que hacen cambios de turno, y solo para que le explicara a su relevo lo que le había echo a mi señor padre, total que yo a cada rato iba a preguntar por el resultado de los exámenes de mi jefe, y neta que pinches viejas malcogidas las que trabajan en el imss (con sus raras excepciones, ahora verán porque), ninguna me decía nada, se echaban la pelotita una a otra porque el expediente de mi padre no aparecía, que lo tienen en recepción, que no, lo deben de tener en admisión, que no, que lo deben de tener en el consultorio 3 donde fue admitido, que no, que lo debe de traer el Dr. Que lo esta analizando, total que el pinche expediente andaba como últimamente andan los billetes de a doscientos pesos en mi cartera: desaparecido.

Ya como eso de las tres de la mañana una doctora chaparrita muy buena onda y embarazada (¿ya ven porque dije antes que no todas estaban malcogidas?), se me acerco y me dijo: oiga mancebo de buen ver (jajajaja), desde hace horas lo veo aquí con su paciente, ¿no le han hecho nada?, fue entonces cuando rompí en llanto y le explique a la buena mujer mis penurias (jajajajaja, tampoco es cierto como lo de mancebo de buen ver), simplemente le dije ya medio encabronado que traían perdido el expediente de mi padre, entonces la buena mujer se encabrono mas que yo, y no se si fue por su estado hormonal actual, o porque le pareció mal pedo que trataran a un ser humano tan pinchemente, o porque resulto que era la jefa de enfermeras, pero en menos de lo que se los platico, apareció el expediente y dos enfermeras llegaron con mi papá a chocarle todo, y en unos minutos mas llego una doctora y me dijo que lo iba a dar de alta.

Total que lo dieron de alta a las 4 de la mañana, lo de las convulsiones, me explico que por la embolia que le había dado y por su edad era normal, y que estas se iban seguir sucediendo, pero si se toma sus medicina, dejara de tomar coca cola y café, estas serian mucho mas esporádicas.

Pero bueno, gracias a Dios que no se quedo internado, y ya paso el susto, ahora el pedo es para que haga caso y deje de hacer lo que tanto le gusta: tomar coca cola y café.

Pero bueno, con su permiso yo ya me voy a dormir.