lunes, enero 09, 2012

Ayer domingo estaba muy aburridito en mi casa, y pues dije como dijera Gloria Trevi: ¿que hago aquí, que hago aquí, que hago justamente aquí?, así que se me ocurrió ir  a la Ghandi a comprar este libro:




De hecho ya había visto la película, pero como me gusto mucho, pensé que la película no podía estar mejor que el libro y me largue a comprarlo.

Y pues ahí andaba buscando el dichoso libro, lo encontré y también encontré este otro:




Compre ambos y estando en la caja me encontré a una amiga de la Facu que tenía muchos años sin ver, y pues ya saben, la charla rápida, el intentar ponernos al día en 5 minutos, ¿Qué si me case? (chingao, quien sabe porque siempre me preguntan lo mismo, ¿acaso tendré cara de amargado?), pero bueno, me pregunto que si estaba ocupado, al contestarle que no, me invito a tomar un café al Starbucks, ¿WTF?, ¿yo en el Starbucks?, mmmmm, la neta pensé en negarme, pero que diablos, total, no tenia nada mas interesante que hacer, fuimos al que esta en Leones.

No había mucha que gente que digamos, eran más o menos las 4:00 p.m. y al apersonarme frente al mostrador, la pesadilla se hizo realidad cuando vi la cantidad de bebidas que venden; después de que la chava me saludo, y antes de que dijera algo más le dije: mira, solo quiero café americano, con cafeína en un vaso de ese tamaño, y le señale un vaso mediano que había en el mostrador; cosa que le valió verga o no me entendió, porque me explico que también tenia que esto que el otro --madafaka, esa maldita pesadilla pensé--, no, mira linda, solo quiero café tipo americano con cafeína en un vaso de ese tamaño y le volví a señalar el vaso que estaba en el mostrador. Total que bueno, mi amiga pidió quien sabe que madre, pero esa madre tenia un poco de quien sabe que madre espumosa y blanca arriba, algo así como esto:



Nos sentamos y empezamos a charlar largo y tendido, ¿Qué si sigo viendo a sutanito, manganito o a perenganito?, ¿Qué porque no me he casado?, cosas de esas, me platico que quedo viuda hace seis meses, después de pelear por 8 largos años con el cáncer de su marido, en fin, le di mis condolencias y seguimos platicando. Para serles sincero, no me gusta mucho las charlas de café, soy un poco más hiperactivo y prefiero, no se, pelearme con un Bull Terrier rabioso, antes que estar sentado en una mesa escuchando una platica muy larga, y menos si mi interlocutor no representa gran interés para mi, así de mamon soy.

Pero bueno, el punto es que me comento que esta por empezar un negocio de publicidad y que ya tenía varios planes para ello, me pregunto que si mi trabajo en la imprenta estaba bien, le dije que más o menos; la verdad ha estado medio flojo últimamente. Me pregunto que si no quería trabajar como fotógrafo para ella (recordó que cuando estudiábamos, yo era una chingonada en fotografía), le conteste que si le interesaban mis servicios, le proponía que me contratara como externo, que la verdad le quiero dar un impulso a mi negocio buscando mas clientes y que eso me imposibilitaba para otorgarle toda mi atención al trabajo que me ofrecía, yo creo que no le gusto mi respuesta porque frunció la boca y porque arrugo la servilleta y me la aventó en la cara mientras me decía: eres un cabron.

Más o menos como eso de las 7 de la noche me dio hambre y la invite a cenar a un restaurante que esta más adelante donde venden alitas y costillitas, terminamos y me quería traer a mí casa, le dije que no, insistió, pero le volví a decir que no, que quería caminar porque necesitaba platicar con la luna (ayer estuvo majestuosa), nos despedimos y prometimos buscarnos esta semana para ver lo un trabajo.

Me sentía muy bien, en realidad estaba contento y los casi 5 o 6 kilómetros que camine de ahí a mi casa no se me hicieron pesados.


Feliz inicio de semana.