martes, enero 09, 2007

A VECES PASAN COSAS ASI.

Despertó, somnoliento fue a asomarse a la ventana de su habitación, miro hacia la calle a través del los 3 mm. de espesor del vidrio claro que lo separaban del frió de afuera, pero no encontró nada que lo entretuviera, todo era diferente, hasta el vaho que salía de su boca y que opaco el cristal donde dibujo una cara triste con el dedo no era el mismo, una banda de recuerdos como una de aves viajeras se alojo en su pecho.

Encendió el último cigarrillo que le quedaba, busco el sillón que estaba en la penumbra de su habitación para sentarse y disfrutarlo, vio el parpadeo de la luz de su celular, recordándole que tenía una llamada perdida, ya sabia de quien era y por eso no la contesto en la madrugada cuando tuvo oportunidad de hacerlo, termino su cigarro y se volvió a arropar entre sus sabanas para evadirse en la dulce ignorancia del sueño.

Abrió los ojos, ya era de noche, miro el reloj de su celular, las 8 menos 15, sintió la necesidad de llenar sus pulmones con más nicotina, pero recordó que ya no tenía cigarros, la necesidad de fumar se hizo mas importante que sus ganas de quedarse tumbado en la cama, volvió a sonar su teléfono, y por el tono del timbre ya sabia quien era, quiso no contestar, pero decidió que ya no le daría mas largas al asunto.

El.- te dije que ya no me llamaras nunca más.
Ella.- se bien lo que dijiste, pero tengo que explicarte.
El.- realmente ya no me importa y no es necesario lo que me puedas explicar.
Ella.- es que realmente confundiste la situación.
El.- de cualquier modo, ya no me importa.

Colgó cerrando su Motorola y lo aventó a la cama, se puso el pantalón de mezclilla que se había quitado una noche antes y la misma sudadera azul de “old navy”, busco uno de los ocho billetes de 200 pesos que guardaba en la pagina 125 de el libro de “cien años de soledad” de García Marques, salio de su casa y se fue al super 7, en el camino sopeso la idea de comprar un 12 de tecates y unos cigarros, realmente la idea le subyugaba.

Pago los 145 pesos que marcaba la caja registradora con el billete de a 200, espero los 55 pesos de su cambio y salio del la tienda, camino 16 metros rumbo a su casa cuando escucho un claxon, el no volteo hasta que el carro que pitaba se le emparejo a su lado, detuvo su marcha y vio que era el carro de ella, se sentó en la banqueta, prendió un cigarro , abrió una Tecate, y espero que ella se bajara, ella se bajo de su carro iba vestida aun con la misma ropa de una noche antes -igual que el- , trato de besarlo y abrazarlo, a lo mas que obtuvo fue una sonrisa fingida.

Ella.- hola.

Le dijo mientras se sentaba a su lado y le quiso tomar la mano.

El.- hola.
Ella.- ¿sabes porque lo estaba abrazando y besando?
El.- ¿porque eres una puta?
Ella.- no, no soy una puta.
El.- ok.
Ella.- ¿realmente quieres saberlo?
El.- no, te dije que ya no me interesa.
Ella.- pues debería.
El.- si, pero no.
Ella.- el era mi ginecólogo, y me dijo que estaba embarzada de ti, por eso lo abrace y lo bese.
El.- pues chingas a tu madre, que yo sepa desde los 16 años una pinche mula me pateo en los huevos y me dejo estéril, ¿ya vez como si eres una puta?
Ella.- ups…


jajajajjajaja, que pinche mamada tan elaborada, jajajajajajajajajajaja.