martes, septiembre 06, 2011

¿POR FIN?, ¿QUIEN TUVO LA CULPA?......



La culpa de los 52 muertos del casino royale la debemos de compartir todos los mexicanos, no solamente los gobernantes regios, es culpa de todo el pueblo mexicano por permitir y ser parte de la corrupción, que va desde la simple “inocentada” de comprar películas piratas, dar “mordida” a los agentes de transito, incluso, hasta la omisión es parte del problema.

Es un monstruo que todos procreamos, todos parimos y todos amamantamos, finalmente, ya que se nos salio de las manos, nadie sabe que hacer con el, y mucho menos como matarlo.

Estaba platicando el sábado pasado con un amigo, y me decía que la culpa era de los casinos, del crimen organizado e involuntariamente de las personas que van a jugar, porque ya es bien sabido en manos de quien iba a dar el dinero que en ellos se apuesta; le dije que no, que la culpa no era de los casinos, la culpa es de nosotros porque aprendimos a convivir con la violencia que genera la corrupción, corrupción que generan los gobiernos fallidos, gobiernos fallidos que nosotros como sociedad hemos tolerado. Le pregunte también, que si México fuera como Estados Unidos,-- donde existe una comisión de juegos y apuestas que reglamenta y supervisa todo lo referente a los casinos --, ¿si tu tuvieras muchísima lana, no pondrías un casino?, me dijo que si.

Nuestra culpa también es por permitir que nos jueguen el dedo en la boca los gobernantes corruptos, esos mismos gobernantes que nosotros pusimos mediante nuestro sufragio en el puesto que tienen, esos mismos gobernantes que permitieron mediante sobornos, que el crimen organizado se inoculara en el mismo vientre de la sociedad mexicana. La solución es salir a las calles a gritarles y a exigirles que se larguen, y que con ellos se lleven su mierda, la solución es dejar que los que si están haciendo algo para matar ese monstruo que nosotros creamos, lo sigan haciendo, la solución es dejar de hacer cosas malas, por mínimas que estas sean, la solución es enseñarle a los niños nuestros errores como sociedad, para que ellos no las cometan en su juventud.

Entonces, ¿seguiremos pensando que la culpa de esos 52 muertos nada más la deben de cargar el crimen organizado y los políticos corruptos?, por el bien de todos, creo que ya no.