jueves, febrero 09, 2017

Creo que fácilmente tengo como cuatro meses y días que no manejo un automóvil, la última vez que recuerdo, sin tratar de exprimirme las neuronas, fue a principios de octubre del año pasado cuando lleve a mi santa madre a una cita con el médico.
El carro que fue de mi papá se descompuso por esas fechas y no le han metido mano por cuestiones practicas en primer lugar, y ganas de hacer más simple mi vida y pegarle a la onda hippiosa en segundo . El dictamen del mecánico fue que se desvíelo por falta de aceite cuando al caer en una alcantarilla se rompió el cárter y lo corrí por tres kilómetros, y bueno, ya ni al caso comentar porque no me detuve cuando sentí diferente el ruido del motor, solo quiero aclarar que no fue por estúpido, mas bien fue por una cuestión de urgencia.
Y ahí esta el Spirit: llenándose de polvo y de recuerdos; varias personas que se dedican a la chatarra me lo han querido comprar, pero no, no lo voy a vender porque lo voy a reparar. Precisamente un amigo me ha dicho que se lo va a llevar a su taller mecánico y lo va a empezar a arreglar lentamente lenta, quiere que le de dos mil pesos por mes para meterle mano, la verdad no tengo prisa para que funcione, incluso lo voy a pintar, solo estoy esperando juntarle cuatro meses por adelantado. Ya me falta menos; El caso es, como ya he escrito en blogs pasados: me muevo en metro o en taxi, en metro cuando voy a ver clientes y en taxi cuando tengo que cargar cosas.
Deseo contarles con mucha alegría que me he vuelto más activo, --y es que antes: ¿que voy al oxxo?, el carro!!, ¿que voy al súper?, el carro!!, ¿que voy al baño?, el carro!!--; Y no es que en Monterrey el trasporte público sea la octava maravilla, no, pero si es algo decente y generalmente a las partes donde voy a mis vueltas de trabajo, el metro me deja muy cómodamente.
También me dado cuenta que me he vuelto un poco más paciente por las largas caminatas, contemplándolo todo y por lo mismo, me he hecho un poco más cuidadoso al tratar de preservar este cuerpesote --yo que era una persona muy impaciente--, se me ha quitado un poco lo obsesivo y hasta me he vuelto mas tolerante a la frustración; Supongo que el echo de ver las cosas con otra perspectiva, muy lejos de como antes me las planteabas y daba por sentado; me cambio el ritmo.
Y no es solo el echo de no tener auto o la muerte de mi padre, es todo un menú de nuevas ideas, circunstancias y sentimientos; lo pedote no se me ha quitado, ¡eso jamas!, pero supongo que es parte de la vida.



Y bueno, aquí sigo, lentamente lenta, jalando y observandolo todo...