jueves, agosto 28, 2014

TRICOMIA DE MI VIDA...





Azul me puse al aguantar tanto tiempo la respiración de la impresión que me causo conocerte...

Verde se me puso la cara por las nauseas del nerviosismo, en ese momento incomodo antes de besarte...

Rojo, jajaja, rojo por la pasión que inmediatamente siguió después del beso...

sábado, agosto 16, 2014

JAJAJA, APENAS...


JAJAJA, ME HIZO EL DIA...



jueves, agosto 14, 2014

Hace poco mas de una década, sentado en la barra de un bar de marinos, en la parte mas lúgubre de un muelle del puerto de Veracruz, estaba el de los dedos que escriben esperando noticias, ya no me importaba si fueran buenas o malas, de cualquier modo, según lo veía yo, la buenas noticias eran malas y las malas eran peor. Solo espera con ahínco escucharlas; estando en un grado alcohólico medio para soportar las malas o poder reaccionar y hacer lo correspondiente si fueran buenas, pero sabia que tardaría un poco mas de tiempo en sonar mi celular para darme por enterado.

Apunto estaba de darle un trago largo a  mi octava cerveza, note que no había fumado un solo cigarro desde que pedí la primera, y de eso ya hacia dos horas y media; saque la cajetilla de la bolsa interior de mi rompevientos verde Náutica y encendí uno, a mi costado escucho una voz: ¿no seria tan amable su merced en regalarle un pitillo a un viejo marino caído en la desgracia?, Por primera vez desde que me senté en el banco frente a la barra, me percate de que, el que momentos antes pensé que era un fardo olvidado por alguien, se trataba de un viejo sujeto, y de eso ya hacia dos horas y media.

Sin decir palabra alguna (pues no estaba de humor para entablar una conversación) le deslice con indiferencia la cajetilla de cigarros por la barra, tomo uno y se puso de pie para regresármela en la mano, volvió a su banco y no dijo nada. En un momento dado, a mitad de mi octava cerveza, me sentí un poco avergonzado por mi actitud, si bien no estaba de humor, tampoco debí de haberme portado tan  grosero con el viejo; -- sírvale otro igual al caballero--, le dije al cantinero; enseguida el cantinero puso frente al viejo marino caído en la desgracia un vaso (que me recordó a los vasos de las veladoras que le enciende mi mamá a San Judas Tadeo), servido hasta casi el tope de un liquido marrón que dude mucho que fuera whisky.

El viejo, que había escuchado todo, se volvió hacia mi y levanto el vaso que recién le habían servido y me dijo (palabras más, palabras menos): buen hombre, hace un momento, después de que muy amablemente me regalo un pitillo, pensé que solo ese calor me iba a servir como cobijo esta noche, pero gracias a su bondad, con este aguardiente voy a dormir en las mismísimas puertas del infierno infierno,  me sonrió, mostrándome las encías casi vacías de su boca y se trago su aguardiente de un solo jalón.

El celular sonó casi al cuarto para las diez de la noche, deje que sonara cuatro veces y conteste, al otro lado de la línea, la voz de una mujer me daba buenas noticias, que de cualquier forma eran malas; le conteste ok y colgué.
Suspire hondamente, las noticias eran buenas para mí, pero malas para ella, como dije: fueran buena o fueran malas, igual iban a ser desastrosas para alguien, y este caso no lo fueron para mí.

Ya más tranquilo, y liberado de una carga emocional que venia arrastrando por casi tres meses, le pedí mi doceava cerveza al cantinero, de reojo vi al viejo marino caído en la desgracia que abandonaba su banco frente a la barra y se enfilaba hacia la salida --¿a donde va que mas valga cabron?—casi a grito abierto le espete  al viejo, el pobre se asusto con mi pinché voz de norteño encabronao, se regreso y se sentó en una banco mas cerquita de mi, -- pórgale dos botellas de lo mismos al  caballero--,  le grite al cantinero, el cantinero dudo casi por diez segundos, los mismos diez segundos que me tarde en sacar un billete de a cien dólares de mi cartera.

--Haber don viejo, ya estoy en ambiente, cuénteme su vida--. Don Arturo, me contó su vida, salimos como a las cuatro de la mañana  de ese bar de marineros que esta en lo mas lúgubre de un muelle del puerto de Veracruz, nos emborrachamos y le deje que se quedara en el piso del cuarto de mi hotel. Cuando me desperté, a las 8 de la mañana, baje al bar a tomarme dos aspirinas y una caguama para la cruda, le dije al mesero que en mi cuarto estaba durmiendo una persona, le dije que lo dejara dormir hasta que cerrara mi cuenta, le di cien pesos para que le mandara un buen desayuno y le di cien pesos de propina al mesero para que no se fuera a ir de gandalla con el viejo.

Pero antes de irme al bar esa mañana, Le metí un billete de doscientos pesos en la única bolsa del pantalón que no tenia rota el pobre marino caído en la desgracia, le deje los cuatro cigarros que tenia en la cajetilla, y abrí el frigo bar, le metí en las bolsas de su yompa de PEMEX como 8 botellitas de licor.


El martes legue a Monterrey, y las buenas noticias fueron malas noticias para alguien…
Segundo tras minuto, minuto tras hora, hora tras cigarro. Otra noche en vela que se me viene encima; otra noche en vela solitario.

Como fiel perro guardián --escrutando cada pixel del monitor--, los audífonos pegados a la oreja escuchando la noche y a las almas en pena en busca de socorro.

Tras la ventana, a lo lejos las montañas con su ribete de niebla, como antiguos gigantes barbados que me desafían a emular sus hazañas heroicas. El monitor, en un segundo parpadea la señal, se activa la alarma, suena el bit en mis orejas: un robo, alguien en peligro, lo pueden matar y en mis manos esta la ayuda.

Tiemblo de miedo imaginar que me pueda quedar dormido...


domingo, agosto 10, 2014

Valgame, esta es la primera vez que publico un post directamente en la pagina del blogger  porque lo mio no es la ortografía, por eso siempre lo hago primero en word y luego lo copio y lo pego aquí, pero bueno, como  hoy me toco la de 24 --y no se emocionen pinches jotillos--, me toco la guardia de 24 horas, no la de 24 cms. jajajajajaja.

Y bueno, la razón por que no lo hice de la manera que acostumbro, es porque como ya les dije, estoy en el trabajo y la verdad, pese a que puedo usar el Internet sin restricciones(menos porno ni bestialismo), no me gusta que mis compañeros se enteren de mis actividades "interneticas" nocturnas, o sea,¿que les importa a ellos donde ando metiendo mis narices por la noche?, jajajaja, nomas de acordarme donde las tenia metidas hace  dos días me dan ganas de suspirar rete bien fuerte.

Y bueno, ya se que existe la herramienta de borrar el historial, pero como aun no se que mañas tengan aquí, prefiero no entrar a los sitios, ni hacer las cosas como las hago en mi PC.

Pero el punto de este pedo, es que no he dormido en 27 horas y según parece, no lo voy a hacer al menos en 38 porque al ratito va haber pachanga en mi casa y ahí les encargo el desmadrito que voy a traer al ratito, ¿si vieron la super luna?, azo azo azo, se vio mamalona, le tome un chingo de fotitos, despues edito esta madre y las pongo cuando este en mi pc.

Siendo las 11:11 de la mañana, me retiro a seguir con mis obligaciones, me faltan escasas 2 horas para salir de esta prisión y reencontrarme con mi familia, Snif...



El mismísimo y ya casi (¿casi?) escribiendo puras pendejadas por la privación del sueño, Ángello...

sábado, agosto 02, 2014

Jejejeje, creo que hoy si me pase verdaderamente de  lanza. Resulta que llegue de mi trabajo nocturno y tenia que ir a pagar el internet  porque hoy se vence; al  subir  a mi cuarto para bañarme y cambiarme, me da una bofetada un olor nauseabundo al subir por las escaleras del patio, a chinga!!, y que bajo para ver de donde venia –realmente no dude ni un poquito que fuera yo, pero tan mal no huelo, bueno a veces si--, y pues nada, debajo de las escaleras estaba muerta una de las tres tortugas que tenemos o teníamos, olía espantosamente gacho, y ya mero devuelvo la pizza que cene ayer.

Busco unas bolsas de plástico para meter el cadáver muerto sin vida de  la pobre tortuguita, lo hice con una parsimonia ya que no queria tocarla, porque como ya dije, apestaba de la reverenda chingada, termine y la metí en una bolsa mas y luego en otra mas porque me la iba a llevar en el carro para tirarla en algún lote baldío de camino a pagar el internet.

Salgo de mi casa y camino al carro, en eso veo a un amigo de la cuadra, me saludas de lejos y se mete a su casa, pero dejo la cajuela de su carro abierta, jajajajajaja; realmente no se de donde me salio la enfermiza y retorcida idea de meter la tortuga en su cajuela y ahora que me lo pienso bien, sigo sin saberlo; será que ayer fue quincena o será que ando desvelado, pero en un movimiento rápido, tan rápido, que el mismo Flash me envidiaría, corrí hasta su carro y deje la bolsa con la ex-tortuga en su cajuela y la tape con unos cartones que ahí me encontré, jajajajajaja.

Regreso a mi carro y veo al vecino, me grita: ¿Qué onda Capi, hoy trabajas?, le contesto que no, me dice entonces: sobres Capi, ¿a la tarde unas chelas o que?, solo asentí con la cabeza (mientras me aguantaba la risa), mete su portafolios a la cajuela, la cierra y se marcha.

La verdad me cague de risa y ni un ápice de remordimiento pinché se asomo por mi negra conciencia en ese momento, me fui a pagar el internet y no fue hasta llegar de nuevo a mi casa que mi pinché conciencia pinché se puso a gritar como una nena histérica , le marco a su celular, se tarda en contestar un ratito, me contesta y me dice: --perame guey ahorita te hablo es que huele bien gacho el carro--, jajajajajaja, yo, ya algo arrepentido(pero no del todo aun) le digo: --jajajajaja, cabron el olor viene de tu cajuela--, --¿ y como sabes cabron?--, --es que hace rato  metí una tortuga muerta , jajajajajajaja, --, --Chingas a toda tu reputisima y jodida madre culero—jajajajaja, lo deje que se explayara del todo y le pregunto: ¿entonces que guey, como quiera si nos vamos a echar unas chelas a la tarde?, me colgó el muy ojete, y no me dijo nada acerca de las chelas de la tarde, snif.

Ahhhh, fui poseído por el mismísimo demonio hace rato, jajajajajajajaja…


Les iba a poner una fotito de la tortuga muerta, pero se me hizo cruel, mejor les pongo está, esta mas tierna, nada mas imagínense a la tortuga estática, llena gusanos y apestado a madres…



Nota del autor: mi amigo (si aun lo es) me dice Capi, porque una vez le platique que un cliente me invito a comer un asado de Capibara, el Capibara es un roedor que vive en Sudamérica, pero como este guey no trae nadita de bagaje en su haber, se le hizo fácil apodarme Capi; y ahora que me lo pienso, tal vez por eso le jugué esta bromita, jajajajajaja...