sábado, febrero 12, 2011

La poesía encaja en mi vida, igual que tú. La hace útil, la hace maleable, la hace hermosa y  manejable, y de la misma forma, la poesía me hace oculto, me hace lento  y  retraído.
¿Que si conozco a la Luna?, claro que la conozco, he hecho muchas veces el amor con ella, mientras que en la madrugada  -- ya abatido por sus urgencias femeninas--, el humo de mi cigarrillo se eleva hacia el firmamento y al igual que una celestina,  le va contando mis cuitas, mis secretos y desvaríos.
¿Qué si conozco  a la Luna?, claro que la conozco una vez tuve un breve romance con ella, fue mi novia tres días, los mismos tres días que ensaye mis mejores besos y cariacias para ofrecertelos.
¿Qué si conozco a la Luna?, claro que la conozco, una vez la preñe con mis lagrimas, y me lo oculto hasta la siguiente luna nueva.
¿Qué si te conozco?, claro que te conozco, he  escuchado tus gemidos, he acompañado tu sueño en las madrugadas, aprendí a volver a ser un niño y después aprendí a volver a ser hombre mientras me acurrucaba en  tu piel, y aprendia a reconocer tu respiración y tu olor.
¿Qué si te conozco?, claro que te conozco, una vez me morí en un orgasmo, y volví a nacer a tu lado, ¿Qué si te conozco?, claro que te conozco.

4 comentarios:

la MaLquEridA dijo...

Vaya me has dejado sorprendida con tu escrito.

Paztor dijo...

Neta que cuando te pones pedo escribes chido jejejejeje.

Pancho Salinas dijo...

Oraaaleeeeeee!!! chingón texto mi estimado...mis respetos carnal, suspiro y suspiro, me gustaria leer mas de este tipo de textos de ud...
Saluditos

Guffo Caballero dijo...

Pinche Ángello. Ya ves: en lugar de escribir pendejadas deberías escribir más poesía, cabrón, jejejeje.
Saludos.

¿Cuándo?