¿TONS QUE DOC, NOS HECHAMOS UNAS CHEVEZ?

El sábado pasado acompañe a mí adorada puchunguita a su cita con el Ginecólogo; para serles sincero, nunca en mi vida había hecho esto, solo en una ocasión acompañe a mi señora madre, pero obviamente me salí del consultorio antes de que el médico la revisara (gracias a Dios no tengo el complejo de Edipo).

Estando en la sala de espera, le pregunte si quería que entrase con ella al consultorio, me dijo que si, aunque la pregunta era del todo innecesaria, porque yo le estuve insistiendo desde el año pasado que se hiciera el Papanicolaou, ya que ella lo estaba dejando a la decidía (lo siento mi amor, pero es verdad), así que sentí que era mi obligación acompañarla hasta el final, snif.

Total que entramos y bueno, primero la charla informativa, el doctor recabo toda la información necesaria, la tecleo en su computadora y listo, le indico que se pusiera la bata para proceder a revisarla.

El Dr. Me pregunto entonces si quería entrar, le dije que si, entre y vi a mi amada en posición de batalla, jajajaja, me puse a su lado, el Dr. Nos empezó a explicar cómo iba a proceder y lo que ella iba a sentir. Y no sé, como les dije, nunca me había encontrado en semejante situación, así que lo único congruente que se me ocurrió fue sacar mi celular y grabarlo todo, jajajajajajajajajajaja, no es cierto; la tome de la mano y apreté “EL CHIMUELO”, yo pensaba que a la hora de que el Dr. Estuviera haciendo su trabajo en el lugar donde me divierto mucho, mi amada me apretaría muy fuerte la mano y gritara como si estuviera pariendo una cruza entre una sandia y un chayote, pero no, supongo que no es igual de doloroso para todas, o el Dr. Tenía buena mano, jajajaja.

Y todo término muy rápido, mi amada se fue a cambiar y yo me fui a sentar al lado del escritorio, el Dr. Llego, se quito el guante de látex, se lavo las manos, se sentó en su silla, y se puso a llenar unos formularios, entonces llego el momento del silencio incomodo, no sabía que decir, es más, no sabía qué posición tomar, mi cerebrito empezó a elucubrar varios escenarios:

1…. ¿tons que mi Doc., ya que e estamos en confianza, me lanzo por unas guamas y compartimos detalles intimos?

2…. Tons que ¿todavía aprieta?

3…. Ahora que hagan los estudios, ¿seria usted tan amable de checar mi conteo de esperma?

4…. y como se le puede llamar a esto, ¿menoa a trois o un simple desliz?

5…. ¿existen las infidelidades técnicas?

Total que bueno, se me ocurrieron varias mas, pero lo único que le pude decir (me cagan los silencios incómodos) fue que mi mamá tiene displacía moderada, jajajajaja.

Ahhh, ahora me lo tomo con mucha pinche risa, pero la neta es muy importante acompañar la pareja a sus chequeos médicos, sobre todo con el ginecólogo, porque obviamente uno se preocupa por la salud de la pareja y es bueno siempre estar ahí a su lado.

Pero bueno, solo espero que cuando mi puchunga me acompañe a hacerme el checo de los 40,000 kilometros de la próstata (porque me vas a acompañar), no le rompa la mano con el apretón que le voy a dar cuando el doctor me introduzca el dedo por “ EL DERRIER”, también espero no romperle los tímpanos con los alaridos y las mentadas de madre que voy a soltar, si, ya sé que existen métodos más modernos para checarse la próstata, el ultrasonido o el examen de sangre, pero, ¿que le voy a hacer?, yo soy de lo mas tradicionalista y me resisto a la modernidad.

Que tengan un feliz martes.

P.D. Amor, no te enojes, tú misma dijiste que esto yo lo iba a postear a huevo, y yo te dije que no lo haria, pero...... recuerda que tambien te he dicho que prometer no empobrece,jajajajaja. TE AMO.

El mismísimo, y siempre al pie del cañón, Ángello.