MIS LECTURAS INFANTILES......

Estaba hace rato sin nada que hacer, entonces me metí a “navegar por la súper-carretera de la información”, y me puse a buscar cualquier pendejada que me entretuviera (hasta eso, cuando estoy de lo más aburrido, soy como un niño de dos años, hasta con una caja y un cordón de zapato me entretengo), así que me puse teclear en imágenes de google buscando mis lecturas de la niñez.

Me acorde que los domingos, nomas mi jefe me daba precisamente mi “domingo”, y salía echo madres al puesto de revistas a comprar precisamente mis “revistas”, y aunque el puesto de revistas no era más grande que una caseta de policía prefabricada (de hecho , el puesto de revistas lo habían puesto en lo que antes era una caseta de policía prefabricada), me tardaba horas decidiendo que quería comprar; en realidad, aunque había mucha variedad de lectura, la adecuada para mi edad era escasa, así que me tenía que conformar con “merodear” sobre dos o tres estantes que no estaban más altos que yo.

Y ahí me pasaba las horas, sobretodo porque mi método de selección era bastante fuera de lo común, yo no compraba lo que generalmente mis amigos compraban, me refiero a las lecturas de moda: el hombre araña, los cuatro fantásticos, el hombre de hierro, los vengadores, condorito, la familia burròn , el memin pinguin, el capitán furia. No, tenía que comprar revistas que tuvieran un balance entre letras, colores, buenos dibujos , figuras y palabras comprensibles para mi edad (6 o 7 años) , en varias ocasiones, mi papá mando a mi hermana a buscarme porque pensaba que me había ido para otra parte, y esta, al verme, me ordenaba que ya me fuera para la casa, pero no, yo aun no había comprado los 5 “cuentos” que generalmente compraba los domingos, así que la mandaba a la chingada y me quedaba eligiendo mis revistas, obviamente valiéndome madres las amenazas de acusarme con mi señor padre.

Así que de esta manera, llegaba a mi casa con: el Fantomas, El Águila Solitaria, los supermachos(no sé porque me gustaban mucho los colores de esa revista que ni de pedo era para mi edad, y tampoco entendía mucho, pero así de raro eran mis gustos), Kaliman(adoraba el color sepia , el olor del papel y tinta en que se imprimía esta revista, ya cuando la empezaron a publicar a color la deje de comprar, snif), el capulina, en fin, revistas que mi madre casi siempre cuestionaba, pero mi papa solía decirle: déjalo mujer, ¿prefieres que lea, o que se rompa la madre a cada rato?, jajajaja, es que generalmente me vivía cortando, cayendo o madreándome con otros niños. En una ocasión llegue con una “mecánica popular”, la había comprado por las fotos y por los anuncios esos de “los lentes de rayos x”, jajajajaja, esa revista me la quito mi hermano mayor después de que la leí, y el muy cabron le recorto las fotos del transbordador Columbia, snif.

Y así mí domingo trascurría plácidamente, después de comer me iba a sentar en el columpio que estaba bajo el almendro del patio, me ponía a leer y literalmente me perdía por horas y horas, de vez en vez me encontraba con palabras que no entendía, así que las buscaba en el pequeño Larousse que mi padre me había comprado. Recuerdo también que me gustaban mucho las palabras, y más que las palabras en sí, me gustaba mucho la cadencia de las palabras, no sé, se me hace complicado explicarlo, a veces me la pasaba por varios minutos leyendo y releyendo un párrafo, simplemente porque me encantaba el acomodo de las palabras y la forma en se escuchaban, las leía en voz alta y me gustaban como sonaban una detrás de otra, jajajajaja, les digo que así de raro era(bueno, aun lo soy).

En fin, se puede decir que de niño leí mucho, y gracias a eso, la fantasía siempre iba a mi lado haciendo más interesantes mis días. Después, cuando mi padre me compro el primer tomo de una enciclopedia de la vida natural, abandone por completo las revistas, no recuerdo de cuantos tomos era esa enciclopedia, pero cada tomo era distinto: los perros, las aves, los mamíferos, las rosas, etc. , y cada primer domingo del mes, iba con mi padre al Chedraui a comprar el siguiente tomo. Después de esa enciclopedia vinieron muchas más, y el “Pequeño Larousse ilustrado” me fue insuficiente porque a veces no encontraba el significado de otras palabras.

Feliz fin de semana para todos ustedes, yo seguramente lo tendré, el mismísimo Ángello.