Todos los días, los trescientos sesenta y cinco días del año nos la pasamos tomando decisiones, quizás unas mas importantes que las otras, pero al fin y al cabo son decisiones que de alguna manera afectan a la gente que nos rodea, e incluso, a veces, esas decisiones tomadas van mas allá de nuestros deseos.
Dicen los que saben, que por lo menos tomamos al rededor de 400 decisiones diarias: que ropa nos vamos a poner, por cual ruta nos iremos a la chamba, que vamos a comer, de que tarjeta de crédito vamos a sacar para pagar la otra, a donde vamos a ir después de salir de la chamba, en fin, pero también existen otras muy cabronas, por ejemplo: decidir entre la vida de una mujer o de su bebe, cuando salvar ambas es imposible, yo respeto profundamente a quien si la ha tomado,y conozco un caso, en lo particular, no tengo argumento alguno como para rebatirle tal decisión.
Precisamente este es el tema de este post, el sábado pasado me entere de que aya en mi lejana tierra adoptiva Veracruz, supe que un muy buen amigo si tuvo que hacerlo, y le hable por cuernofono, no para criticarlo por su decisión tomada, al fin y al cabo yo no estoy en sus zapatos, y espero nunca estarlo, no, solo le hable para saber como estaba anímicamente, y si de alguna manera yo podría ayudarlo en algo. Respondió tranquilamente a todas mis preguntas (nunca hice una que tuviera que ver con lo que decidió), solo trate de animarlo y que supiera que en mi siempre tendría a un buen amigo.
Después de colgar con el, me quede pensando en que yo siempre me hago tan difícil la vida, siempre pensé que las decisiones que tome, cambiarían radicalmente mi vida, y nada mas pendejo que eso, hasta el sábado pasado me di cuenta que nada, realmente nada de lo que yo he decidido (que a veces creí tan dramático y definitivo) en los 36 años, 10 días, no se cuantos minutos y segundos que he vivido en este mundo, se comparan con una decisión tan grande como la que tomo mi amigo.
El salvar a la vida que origino otra vida, o salvar a la vida resultante de la otra, en serio que es una decisión demasiado importante para tomar. En el caso de mi amigo, solo podría salvar una.
Y todo esto se origino porque un pendejo que decidió manejar en estado de ebriedad un tractor de trailer, le paso por encima al carro de mi compadre, y solo iban en el su esposa, y su embarazo de 8 meses, mi compadre decidió horas antes que no quería ir a visitar a su suegra y se quedo durmiendo en su casa.
Yo le dije a mi compadre que no se mortificara tanto, la vida es la vida, y que nadie “tiene agarrado a Dios por los huevos”.
Saludos a todos
5 comentarios:
Simon, muchas veces tomamos decisiones aparentemente importantes en nuestra vida hasta que de repente vemos cosas que nos abren los ojos y nos hacen dar cuenta cual simple somos y que hay cosas en la vida que uno no ve y son, si bien no más importantes si más difíciles de tomar.
la que nos tiene agarrados de los huevos a nosotros es la vida, eso es definitivo... pero todos la tenemos (la vida) y hay que sacarle provecho, todo el apoyo para su compa!... fin de semana a pistear se ha dicho!!
Definitivamente compa uno no es nadien para criticar una decicion que no es de uno aunque fuera familiar del mismo vaya que esta mega cabron ese pedo compa no estar en sus zapatos es tener huevos y ser ecuanime y justo mejor hay le paramos compa que eso si que esta bien cabron
saludos y en el 2024 le regalo un Ipodphone o un reloj del santo para que se comunique con blue demon jejeje
Las desiciones relacionadas con cuestiones de vida o muerte son inolvidables para bien o para mal y su recuerdo persigue y atormenta de cuando en cuando, ojalá que su compa supere todo día a día.
Que dificil Angello, no sé en tal situación que haría, vaya las mujeres no tenemos manera de pasar por esa desición, pero ha de ser un dolor y y después una culpa espantosa. Que bueno que lo apoyaste, yo creo que en esos casos necesitas que te digan que lo que hiciste era lo mejor.
Saludos
Nancy
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