Este post se lo Devo al Guffo...
Y bueno, hace rato estaba echándome unas chelas en su casa y
le conté una historia, y luego la mami del Guffo me espeto: pinche gordo, deberías
de publicarlo en tu blog, y aquí va…
Cuando llegaba el mes de Julio, en las vacaciones de verano, como
ahora, para mi las únicas y mas increíbles vacaciones , eran irme en el barco donde trabajaba de mi tío Gildo de jefe de maquinas, rumbo a Campeche con mis dos primos mayores y yo, Oscar y Saúl. El viaje duraba como 10
dias, y nos trataban a cuerpo de reyes...
Eran noches muy obscuras, noches plagadas de una vía Láctea
impresionante, noches de mil lluvias de estrellas, noches de paz y de quietud.
El barco que se llamaba “la comadre” que media como 65
metros de largo, trasportaba turbosina, a veces nos acompañaban
los delfines en la estela de la parte de atrás del barco.
Nunca navegábamos en aguas abiertas, siempre navegamos a unas
18 millas náuticas bordeando el golfo de México, los mareos y las nauseas ya
las habíamos dejado en el puerto, junto a nuestros miedos y a la bendición de
mis padres.
De verdad, que no pude haber pasado unas mejores vacaciones
que ahí, comiendo lonches de jamón, y viendo
en su plenitud en el mar a la vía Láctea junto a mis primos., y durmiendo arrullados por el “burum bum” del golpeteo de las olas en
el casco de la “comadre”. A veces me
despertaba en la madrugada y subía al puente del barco, y el primer oficial, que
se apellidaba Rojas, me explicaba como
navegaban usando las estrellas, me explico donde estaba la constelación de Orión,
la osa mayor, las pléyades, me enseño a saber guiarme por la estrella del sur,
que es el planeta Venus, y saber interpretar al radar de navegación.
En fin, esos dias que pase, y fueron muchos me sirvieron
para MALDITA sea la cosa en mi vida diaria, pero ahora se distinguir los planetas y las
constelaciones…
2 comentarios:
¿Conoces a Guffo en personaaaa?
A veces quisiera haber sido hombre para vivir mucho. Los hombres por ser hombres se les da demasiado vivir cosas que a las mujeres no.
No imagino a una mujer en un barco acostada viendo al cielo. Eres afortunado.
Un abrazo
Snif. Muchas gracias.
Publicar un comentario