Hace unos días, cuando mudábamos la computadora de mi padre
de cuarto, y por ser tan pinches guevones (mi papá y yo), se nos hizo fácil arrastrar el mueble de
madera que soportaba todo su equipo de cómputo (obviamente con dicho equipo
sobre el mueble); Que si nos hubiéramos esforzado un poquito más, pues
hubiéramos desconectado todo y despejar el mueble, pero no, lamentablemente, a
veces los hombres de mi familia cometemos barbaridades como esta, en harás de
una vida más fácil. Y pues nada, le pasamos a partir en su madre al pobrecito
mueblecito.
Por coincidencia Don Miguel, el vecino de enfrente vino en
ese momento a mi casa para entregarme la cadena donde cuelgo mi saco de boxeo
que le había dado para que me la reforzara, porque la última vez que lo use le metí una reverenda chinga y el
gancho que sostenía al saco se rompió; pero bueno, al ver nuestras
infructuosas acciones para reensamblar
el mueble, y al ver que ya le habíamos partido bien y bonito la madre, nos
ofreció un escritorio de metal, dicho escritorio había sido de mi familia, pero
cuando nos mudamos a vivir una temporada al centro de la ciudad de Monterrey,
se lo regalamos, y ahora nos lo ofrecía de vuelta porque ya no le era útil. Total
que fuimos a su casa por el escritorio y fin de la historia.
Hace rato, cuando estaba ayudando a acomodar los papeles de
mi papá en el cajón grande de abajo del escritorio, vi una hoja amarillenta
hasta el fondo de la estructura de metal donde se inserta el cajón, y me pico
la curiosidad de ver de qué se trataba, mi sorpresa fue mayúscula, se trataba
de algo que yo había escrito el 29 de Julio de 1993, hace 21 años, cuando yo
tenia precisamente 21 años.
Dicho escrito ficticio, relata, según yo, las palabras que mi amiga Viviana (QEPD), hubiera escrito después de que fui a buscarla porque
sabia que se iba a ir a Puerto Vallarta,
y ese día yo fui a buscarla para impedir que se fuera, fui a buscarla para
proponerle matrimonio, pero nunca llego.
Voy a poner las fotos, pero obviamente no serán muy legibles,
pero al final lo voy a escribir integro y sin cambiar nada:
ADIOS A ESPARTACO...
Con la luna en tu
mirada y el sarcasmo en tu sonrisa, te despediste del pasado aquella tarde,
descompusiste tu pelo y doblaste la
esquina.
Fue el último día que
te vi igual, me confundí totalmente, sentí perder algo que siempre me había
pertenecido, me imagine siguiendo tus pasos para ver si todavía eran iguales,
para ver si aun llevaban el mismo rumbo.
Y la pena embargo mi
pecho, y el vació dio un cólico en mi estomago, pensé: ¿te habré perdido?,
¿esta vez si te iras?, no se, pero ya me sudan las manos, estoy nerviosa;
todavía recuerdo tus ojos viendo los míos, creí ver que ya no eran los espejos
donde apenas ayer me reflejaba. Todavía recuerdo tu sonrisa, me imagine que tu
boca ya no era tulla, porque las palabras que de ella salieron tu nunca me las
dirías, ¿a menos que?, si! El dolor meta Morfeo tu músculo sentimental.
El hoy ya no es como
el ayer, cuando tenía una certeza. Como extraño mi rubor y mi escándalo cuando
eras audaz, como extraño tus ojos tristes, tu semblante serio, te lo confieso:
tal vez me divertía pensar que dolía en ti, extraño nuestros juegos de palabras, nuestra
guerra Psicológica.
Pero hoy ya no es
igual, ya no amaneció como siempre, el cielo ya no piensa, porque las nubes ya
son nubes comunes y en la noche la luna esta vacía, ya no hay romance en ella,
ya no me veo, y a media noche me senté entre tu vida y la mía, en ese gran
abismo, que solo algunos días atrás, podíamos sentir nuestra respiración de tan
estrecho que era.
Mi corazón y sus
palpitares ya no encuentran ecos en los tuyos. Están muy lejos, muy ajenos, muy
duros.
Ya no es igual sin ti,
te marchaste aquella tarde, te fuiste de mi vida, y ni siquiera estuve para saberlo; de pronto llego y ya no
estas, de pronto lloro y nadie seca mis lagrimas, de pronto río y nadie se
entera; solo lo hacías tu, y solo tu eras el único que estuvo siempre, aquí y
ahora, en las cosas y seres.
Adiós o hasta siempre
(Impávida)
29/julio/93
No se, supongo que lo escribí porque estaba muy dolido, de verdad me pego un chingo, y no
se trataba de una vendetta, simplemente
era lo que en algún momento me hubiera gustado que ella hubiera pensado, supongo que fue un mecanismo de defensa para atenuar el dolor
En fin, así es la vida, y no estoy triste, de verdad que no
lo estoy, solo estoy un poco nostálgico…
5 comentarios:
Hola! No me conoces y hace mucho que te leo.
Antes era más constante, ahora sólo te leo de vez en cuando...
Lo que quiero decirte es que gracias a tus escritos que te dibujan tanto, que me hicieron ver que nada como escribir para mostrar la verdadera esencia, me decidí a hacer un blog.
Me trajó un gran amor y muchas alegrías a mi vida.
Algo más de tu generosidad Angello.
Gracias
qué chido, me acordé de una frase de la película "El Viaje de Chihiro" que va más o menos así
nada en esta vida se olvida, aunque tú no puedas recordarlo
saludos
iiiiiiuuuuuuuu!!!!!!!
Pues vaya que si estabas enamoradillo de la Vivi (qepd)(amppr)
jajjajajajjaa!
Pero cuenta por qué no te casaste? por qué si estabas enamoradillo por qué no culminar en el mero matri?
Anonimo: muchas gracias por tus palabras, y pasa la dirección de tu blog para seguirte.
Gerardo Grounch: así es compadre, chida esa frase.
Gaviota: Mmmm, amiga, lo que paso es que ella ya tenia su vida planeada y entre sus planes no estaba yo, saludos...
¡Qué chingón! No sé por qué no había visto esta entrada. Un abrazo.
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