miércoles, enero 23, 2013

El viernes pasado estaba tranquilamente acostado y estrenando mi colchón nuevo, eran como las 5 de la tarde y estaba listo para ver la ley y el orden cuando suena mi celular, era un viejo amigo con el cual, por circunstancias varias, veníamos aplazando juntarnos desde julio del año pasado y aprovechando que su esposa había salido de la ciudad pues me hablo para venir a mi casa para asar una carnita y echarnos unas chevez.

Para ser sincero yo no quería tomar, si bien ya se me quito la varicela y me siento muy bien de todo, quería continuar con el descanso que le estoy dando a mi organismo desde el año pasado, pero se me hizo gacho decirle que no a mi compadre el narco (no es que sea narco, pero así le digo yo por una broma personal que tenemos) y bueno, llega como eso de las 6 de la tarde y nos vamos a Walmart a comprar carne, en eso estamos cuando me dice que le hable a Toñito, otro viejo amigo de la facultad, le digo que ni de pedo tengo sus teléfonos, mi compadre me dice que le hubiera gustado mucho que nos juntáramos los tres, le doy la razón y nos vamos a pagar a las cajas, no sin antes pasar por la estación de las cervezas, estábamos escogiendo que chelas  cuando no mamar!!!!, ni mas ni menos que el mismisimo Toñito estaba también comprando chelas, lo gracioso es que mi compadre el narco se andaba cagando y no quería comprar la cheve en el Walmart, pero como yo no tenia efectivo e iba a pagar con la tarjeta de debito, insistí en que compráramos de una vez la cerveza ahí.

Ya se imaginaran el tremendo gustazo que nos dio verlo, me cae que parecíamos colegialas saltando y risita y mas risita, jajajajajaja; yo creo que teniamos sin juntarnos los tres como 8 años, y pues nada, que se arma la rebambaramba en mi terraza´s bar, el clima estaba especial, hacia un poco de frió, pero nada que pudiera impedirnos celebrar la feliz coincidencia; y ahí estábamos: tres cuarentones armados peligrosamente de suficiente cerveza y recordando las viejas anécdotas que por mas que las cuentes nunca se desgastan , jajajajajaja. Nos reprochamos mutuamente el hecho de habernos dejado de juntar durante muchísimo tiempo, pero todos estuvimos de acuerdo que el tiempo nos cambia la vida e hicimos la promesa de no volver a permitirlo, y es que muchas veces uno anda buscando en el presente lo que en el pasado tiene y la amistad, esa nunca se pierde y tampoco se llena de polvo ni se oxida, solo es cosa de dos o tres horas para ponernos al día.

El resultado fue como 3 paquetes de 24 chelas pasadas por las armas, media vaca asada, dos gatos gordos contentos y tres cuarentones rejuvenecidos momentáneamente por las vivencias de un feliz pasado compartido.




































2 comentarios:

la MaLquEridA dijo...

Dicen que no hay nada mejor que el reencuentro entre amigos, parece ser así lo fue contigo, te felicito.

Anónimo dijo...

Ya estaba escrito, mira que encontrarlo, después de haberlo invocado.

Me da que tienes poderes y ni cuenta te has dado. Je je je.

Me alegra mucho, nada como convivir con la gente que queremos.

Saludos a los gatos y a la tía.

Un besito para ti.