A VECES EL MUNDO NO ES UN PAÑUELO.

No se cuando la volveré a ver otra vez, o tal vez ya no la vea nunca mas, estaba seguro cuando pensaba que el mundo era un pañuelo, porque me he topado con muchos conocidos en los lugares menos improbables, pero no he visto por mas de dos años a una mujer que compartió una parte muy importante de mi vida, que vive a 10 minutos de mi casa y su trabajo esta a 5 minutos por el mismo rumbo en que yo paso todas las mañanas y todas las tardes, suponía que era mas probable verla a ella de nuevo, que a un amigo que deje de ver hace 15 años, pero no.

Y no es porque la extrañe de otra manera que no sea por la costumbre que nos dieran los 8 años en que nuestras vidas fueron llevadas por una misma senda, quizás la costumbre de estar siempre juntos, o el sentimiento de pertenecía que nos da la misma costumbre hacen que aun quiera saber de ella, ¿Qué hace ahora?, ¿Cómo le va la vida?, ¿si es feliz?, muchas preguntas para tan poca información contenida en la ultima mirada que se permitieron nuestros ojos, y nada tan complicado como tomar el teléfono y llamarle, pero soy muy radical en mis decisiones.

En ocasiones, cuando nos reunimos los amigos, me han preguntado: ¿con quien crees que platique?, de antemano ya se de que se trata, y no porque sea psíquico, supongo que los conozco demasiado bien para saberlo, solo sonrió y cambio el sentido de la charla, y no porque tenga miedo de enterarme que ya se va a casar o algo así, simplemente que nunca me ha gustado enterarme de cosas importantes por terceras personas.

Tal vez algún día la vuelva a ver, quizás caminando con su hijo en los brazos, o tal vez en el super comprando la despensa con su familia, de cualquier forma que suceda, estoy seguro que no desviare la mirada ni me haré el desentendido, creo firmemente que la mirare a los ojos, y le sonreiré, con esa mismas miradas y sonrisas francas que ella se gano a pulso cuando la vida nos permitió estar juntos, o quizás, nunca la vuelva a ver.