sábado, octubre 10, 2009

REALMENTE TE AMO....

Viernes 9 de octubre de 2009, 12:30 P.M.

No creo que 8 tecates rojas hayan hecho mella en mi organismo, y menos en mí sentido común, así que:

Ahora estas dormida en mi habitación, yo estoy en la PC escribiendo esto que se que leerás el lunes en tu trabajo.

Te empecé a amar desde el primer momento que vi tu foto en tu perfil, desde el primer correo electrónico que recibí de ti, desde el primer comentario que dejaste en mi blog. Yo pensaba que el amar a alguien de nuevo, solo seria en mi imaginación y solo en ella podría hacer la siguiente conjugación: yo amo, tus amas, el ama….

Y sin embargo, después de tanto tiempo, después de tantos intentos fallidos, hoy estas dormida en mi habitación, Carajo!!!!!, aun no me la creo, pero es verdad , estas dormida en mi habitación!!!!!, y en mi cama están tus 56 kilos, tus 1.56 de estatura, tus 6.5 metros de intestino delgado, tus 1.50 metros cuadrados de piel, tu corazón esta latiendo 60 o 70 veces por minuto , estas soñando, y estas cobijada con mi edredón color vino -verde, estas bajo mi techo y estas durmiendo tan tranquila entre las cuatro paredes color vino de mi cuarto.

Yo pensaba que jamás volvería a amar a nadie, pero a veces me da gusto equivocarme, te amo, te amo mas allá de lo que nunca mi cerebro y mi musculo sentimental finalmente se pudieron organizar y ponerse de acuerdo para entender y asimilar que TE AMO.

Ahora estas dormida en mi habitación, y yo estoy frente a la PC buscando las palabras adecuadas para explicarte finalmente que TE AMO, pero me di cuenta que no necesito decírtelo muchas veces, ambos sabemos que TU ME AMAS Y QUE YO TE AMO.

Lo demás es lo de menos, mañana le vamos a romper la madre a tu dieta, porque en cuanto nos levantemos, te voy a llevar a almorzar unos tacos con el “venao”.

Y sé que al rato que me acueste a tu lado, te voy a despertar con mis urgencias masculinas, y todo volverá a ser tan perfecto como siempre debería de ser: tu cuerpo desnudo encima del mío, completamente desnudo.


El mismísimo, y tan enamorado, Àngello.