Este no es mi perro, ni siquiera es perro, es perra, tampoco creo que le caiga bien, y la verdad no se porque no me ladro esa vez que le tome esta fotografía, debió de hacerlo, siempre lo hace. Viéndola bien, su mirada es noble, solo que a veces ladra mucho, supongo que lo hace por qué sus dueños no la quieren, y esto la hace ser infeliz y se desquita ladrando, las personas que no son felices se la pasan gritando.
Hay muchas personas que son infelices como este animalito, si tan solo ambas especies tuvieran un poco de amor en su haber, supongo que serian diferentes. No moverían la cola como la perrita, pero serian menos hostiles.
Los ojos de una persona dicen mucho de ella, por eso es que siempre me ha gustado ver a las personas a los ojos, a muchas esto les incomoda, otras sostienen la mirada pero retadoramente, creen que las estoy atosigando. En muy pocas ocasiones me he encontrado con miradas que no sienten miedo por las mías, que no desvían la vista, pero tampoco la endurecen, creo que es porque tambien les gusta mirar los ojos de los demás. La verdad que no se lo que esperamos encontrar este tipo de personas, quizás entablar un dialogo mudo, donde las palabras no distorsionen lo que realmente queremos decir, y con esto, quizás, tal vez encontrar lo que llaman “el alma gemela”, que con las palabras jamás se encontraría.
Ángello.
