miércoles, septiembre 10, 2008

Me gustan los miércoles, porque no son tan beatos como los lunes, quisquillosos como los martes, impúdicos como los jueves ni valemadistras como mis viernes. Es el día más decente de mi semana.

Mi espalda es el área común donde conviven el estrés, la irresponsabilidad de mis decisiones y solar de esparcimiento de mis lagunas mentales.

Al parecer últimamente mis ideas ya no fluyen normalmente, sufro una fuga de ideas al pasado.

El trabajo me ha mantenido innecesariamente tranquilo, y es raro, porque últimamente la rutina se había convertido en el opio adormecedor de mis fugaces chispazos de genialidad.

Feliz media semana.