Me acuerdo que mi papá me lo compro, y no era navidad ni reyes ni mi cumpleaños, yo creo que andaba de buen humor, porque cuando lo acompañaba al Chedrahui, el solo me compraba zapatos, tenis o ropa, pero nunca juguetes, snif.
Llegue a la casa y tome por asalto el compartimiento de verduras en busca de una papa, encontré una bastante grande y muy bonita, mi mamá me pregunto que para que la quería, y cuando supo para que, me la quito, y me dio una bastante pequeña y ya medio podrida, snif.
Pero eso no detuvo mi felicidad, corrí a las bolsas del supermercado , busque mi lindo juguete nuevo, lo encontré y como todo niño entusiasmado, no leí las instrucciones, despedace el empaque donde venia mi reluciente “arma de destrucción masiva”, y me salí a la calle a molestar a mis amiguitos(y bueno, desde esa corta y tierna edad, yo ya tenía la manía de molestar a las demás personas, afición que se me ha venido acentuando con los años).
Me Salí a la calle, pero ohhh! Sorpresa, precisamente por no leer el instructivo, no sabía cómo manejar mi nueva arma(yo tenía como 6 años), así que no tuve más remedio que ir a buscar a mi hermano mayor y preguntarle cómo le hacía, en la tomo y le di la papa, me dijo que le trajera el empaque y pues como les dije, ya lo había hecho cachitos, pues ahí voy a la basura a recogerlos todos, se los traje y cuando llegue con todos los pedacitos, el me recibió con un certero disparo en la panza, me dolió un chingo, pero al contrario de ponerme a llorar, me alegre bastante porque “SI DOLIA!!!!!!!!”, y eso me hizo ser inmensamente feliz.
Mi hermano me enseño como usarla y me advirtió que no debería de dispararle a nadie en la cara, JAJAJAJA, pero ese tipo de advertencia son palabras huecas en los oídos de un niño que no tiene otra cosa en su cerebrito que precisamente causarle el mayor daño posible a sus amiguitos de juego, jejejejejeje, y yo era un niño con ideas muy firmes, y tambièn con bastantes ganas de chingar a los demás, pues.......
Una vez aprendida la técnica de cómo manejar mi nueva arma, todo fue muy fácil, fui el terror(por lo menos esa noche) de todos los amiguillos, y de una que otra niña que me caía mal, pero como siempre he pensado: “la felicidad es efímera, sobre todo cuando eso que conseguiste cuesta tan poco y está al alcance de los demás”, al otro día mis amiguitos también tenían su propia arma y me habían perdido todo el fugaz respeto que por una noche conseguí.
MORALEJA:” siempre que tengas la manera de chingar a los demás, disfrútalo infinitamente, porque nunca sabes cuando el “Status Quo” se equilibrara, y nos convertirá de nuevo en mortales”
No mamar!!!!, en serio que esta si era el jueguete del siglo........(pasado).
El mismisimo, y usando las ultimas neuronas que el alcohol aun no ha matado. Àngello.
